Detenido por violencia de género tras el aviso de un menor a las fuerzas de seguridad

La violencia de género no se detiene durante el confinamiento. Tampoco en Zamora, donde siguen registrándose casos que obligan a las fuerzas de seguridad a intervenir, como subrayó este viernes el subdelegado del Gobierno en la provincia, Ángel Blanco. El responsable institucional llevó a cabo un pequeño balance en el que destacó un caso concreto que él mismo calificó de "estremecedor", aunque no detalló las consecuencias que tuvo para la presunta víctima, ni tampoco si los hechos se produjeron en la capital o en la provincia.

Según Blanco, durante este periodo de confinamiento, los agentes tuvieron que intervenir en un domicilio ante un presunto caso de violencia de género. Lo hicieron tras la llamada de un niño que estaba siendo testigo de los hechos en su propia casa junto a su hermana, también menor de edad. Tras el aviso, y después de personarse en la vivienda, las fuerzas de seguridad procedieron a detener de inmediato al presunto culpable del incidente.

Al hilo de ese asunto, el subdelegado del Gobierno aprovechó también para subrayar que, durante este periodo, ha habido intervenciones por malos tratos en el ámbito familiar y quebrantamientos de condena, y apeló a la colaboración ciudadana para que detecte si se produce algún delito de estas características en su entorno: "Desde casa, si escuchamos voces o ruidos, tenemos que colaborar para luchar contra esta lacra", señaló Blanco.

En ese sentido, el responsable de la Subdelegación reconoció el sufrimiento especial de las víctimas dentro del contexto actual y apuntó que "el confinamiento es un sacrificio para todos", pero en el caso de las mujeres que padecen violencia de género en el contexto de sus domicilios se convierte en un "gran sufrimiento".