Aquí, junto al remanso:
espejados
a tiempo,
los céfiros fugados, me hacen compañía,
me acaricia también el alisio lejano.
Heráclito mintió.
La vida no es fluir, sino el instante
sujeto, aquí, en lo umbrío
todo:
ayer, mañana y hoy
en plena conjunción de los sentidos:
Entró desnudo ayer en el remanso,
el gozo vive aún en el recuerdo, fresco,
en la palabra viaja hacia el futuro
cálido
desde esta oscura orilla
donde crece
en albor
la primavera
al rumbo de las hojas
en acuarela, vivas.