Síguenos en redes sociales:

El edificio más emblemático del siglo XX en Zamora

El experto Rafael Ángel García Lozano destaca en su investigación la importancia arquitectónica para Zamora de las Escuelas Profesionales de la Universidad Laboral

This browser does not support the video element.

El edificio más emblemático del siglo XX en Zamora

Las Escuelas Profesionales suponen el edificio más importante del siglo pasado en Zamora tanto por su vocación altruista de educar, como por su potencia constructiva. Al menos así lo señala Rafael Ángel García en su último libro "La obra conjunta de la Universidad Laboral de Zamora. Arquitectura civil y religiosa de la Fundación San José", que forma parte de su tesis doctoral. En su estudio sobre la arquitectura religiosa contemporánea habla del complejo de forma interdisciplinar, aunando historia, arte, arquitectura y teología para desentrañar los secretos de la Universidad Laboral.

La creación de la Universidad Laboral se propuso con el objetivo principal de fundar una institución de carácter educativo para los hijos de los trabajadores del país, especialmente para las personas con escasez de recursos. En 1945, se intentó dar los primeros pasos para crear una escuela de esta categoría. Sin embargo, no es hasta 1946 cuando se concretaron en Madrid las primeras posibilidades de generar una nueva institución en Zamora. "En ese momento acababa de acceder al cargo Carlos Pinilla Turiño, y con él, podríamos decir que arranca el proyecto. Hubo intentos anteriores, pero sin éxito", explica García Lozano, doctor en Historia del Arte y licenciado en Teología y en Estudios Eclesiásticos.

A partir de ese momento, se intentó crear el edificio. "Al principio se trató de llevar a cabo con arquitectos locales, pero, en el momento en el que "escala" de un nivel provincial a otro estatal, se entendió que podría haber recursos económicos importantes para construir un edificio de estas dimensiones", apunta el experto.

Tras confeccionar el proyecto y poner en marcha la construcción del edificio en 1947, surgieron fundamentalmente dos dificultades: "La primera, que no es dificultad como tal, aunque vista con perspectiva sí lo pudo llegar a ser, fue que antes de llevarse a cabo, hubo dos proyectos anteriores que fracasaron. Y el segundo problema, real y más objetivo para la construcción del edificio propiamente, fue la escasez de recursos materiales", explica el experto. Y es que ocho años después de la Guerra Civil, aún hacía falta dinero, difícil de encontrar. "Luis Moya, arquitecto del proyecto, decide volver al modelo de construcción antiguo, utilizando mano de obra más barata y paliando la falta de hormigón y de hierro con el empleo de las bóvedas de ladrillo. Buscaba la mejor capacidad de servicio con el menor gasto posible sin renunciar a las calidades", detalla García Lozano.

Esta construcción de la obra conjunta reúne cuatro infraestructuras que sirven a la Universidad Laboral: el convento de Santa Clara, el colegio Rey Fernando, la Granja Florencia y las Escuelas Profesionales. Estas últimas, consideradas como las más emblemáticas, tanto por su composición, como por su punto de vista arquitectónico que recuerda al imperialismo español.

"La clave de las Escuelas Profesionales reside en las conexiones, ya que están formadas por diferentes edificios que los arquitectos combinaron para dar servicio a las necesidades del momento", asegura Rafael Ángel García Lozano. La capilla, el teatro, el pabellón de alumnos, los dormitorios y los talleres conforman las diferentes secciones del edificio. "Lo más importante era que se pudiera transitar de unos espacios a otros evitando los largos desplazamientos y los rodeos. Esto fue un reto ya que, el edificio, al tener forma rectangular con un patio central y una superficie tan grande, resultaba más complejo", afirma.

Uno de los elementos que más destaca en el conjunto de las Escuelas Profesionales es la capilla, debido a la parte artística y a la dimensión religiosa del centro que también educaba en este sentido. "Quizá lo más característico de la Capilla es que es un espacio de planta elíptica, una ochava, sin ninguna columna dentro, por lo que la visión es extraordinaria y el cálculo de la estructura permite que el sonido sea perfectamente audible sin megafonía", cuenta el experto.

Respondiendo a una arquitectura diferente a la que se estaba llevando a cabo en los años 30 y 40, las Escuelas Profesionales de la Universidad Laboral de Zamora generan un nuevo estilo arquitectónico que pretende conectar con el pasado español, utilizando elementos del barroco y del siglo XVIII. Es por ello que, como asegura García Lozano, "son uno de los 15 edificios más remarcables del año 39 al 50 del pasado siglo en España junto con la Universidad Laboral de Gijón, por su potencia constructiva".

Actualmente y tras 73 años desde su construcción, el conjunto sigue activo y pese a su uso, los edificios que lo componen no han sufrido reformas significativas, a excepción del teatro. Las Escuelas Profesionales acogen a muchos estudiantes de la ciudad cumpliendo el objetivo principal que incitó a construir el complejo convirtiéndolo en el más emblemático del siglo XX de la ciudad.

Pulsa para ver más contenido para ti