Los menús de los sanitarios de guardia siguen provocando quejas por la mala calidad de la comida, la gran cantidad de conservantes y aditivos que contiene, el mal estado en el que llegan el pan y la fruta (hay piezas que están pochas) y la ausencia de estructura en los consultorios para conservar adecuadamente los táper y sin vajilla para comerlos como Dios manda, ya que ahora hay que calentarlos en el propio envase que vienen y comerlos con cubiertos de plástico. Algunos, por cierto, etiquetados con el anagrama oficial del Servicio Andaluz de Salud. El menú, por cierto, se sirve sin agua.

El sindicato UGT ha vuelto a la carga por el "enorme malestar que esta generando la comida basura que se le suministra a los profesionales que realizan las guardias de los centros de salud" y critica a la consejera de Sanidad, Verónica Casado por atribuirse "la capacidad de decidir si los menús son buenos o malos después de que ella los pruebe. Cosa similar hizo Fraga bañándose en las aguas de Palomares para demostrar que no estaban contaminadas".

UGT recuerda que "este embolado es fruto de una decisión errónea" de los anteriores responsables de la Consejería de Sanidad, pero recuerdan a Francisco Igea, el líder de Ciudadanos, partido de quien depende este departamento, que debe ser él quien asuma "en primera persona la responsabilidad de solucionarlo'. El sindicato asegura que la situación no está mejorando con el paso de los días, "algo imposible cuando se trata de comida basura" y relata la cena de un profesional del centro de salud de Corrales del Vino en Zamora, "que no era de las de Carretilla de a un euro del Carrefour".

Según el sindicato el primer plato, patatas revolconaspatatas revolconas, "apestaban a ajo nada mas abrir el film protector. El segundo eran dos sardinas rebozadas. Estos platos hay que calentarlos en la bandejita de plástico donde viene el producto ya que la empresa no proporciona platos. Y el postre ya se ve una manzana pocha". Estos platos "como puede apreciarse caducan el mismo día en que debían ser consumidos".

UGT pide a la Junta que rescinda el contrato con la empresa que suministra la comida.