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La Junta aborda la supresión del Impuesto de Sucesiones, uno de los más conflictivos

Mañueco pone fecha a una de sus principales promesas fiscales y comienza la eliminación del gravamen, que supone unos ingresos de 12,4 millones en Zamora

La Junta aborda la supresión del Impuesto de Sucesiones, uno de los más conflictivosIcal

La Junta de Castilla y León comenzará a trabajar la semana que viene para eliminar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Las novedades, anunciadas ayer por el presidente Alfonso Fernández Mañueco, se traducen en una bonificación del 99% del gravamen para familiares directos. Así, el impuesto, que ya contaba con múltiples deducciones -que se venían a traducir en que la mayoría de los contribuyentes, los que tenían herencias más bajas, estaban exentos-, quedará casi desaparecido en la práctica. Fernández Mañueco pone así fecha a una de sus principales promesas electorales en materia fiscal.

Fernández Mañueco también ha garantizado que se ampliarán, a lo largo de la legislatura, los supuestos de bonificación en el caso de empresas familiares y agrarias, algo que es "de gran importancia para la continuidad de las explotaciones y los negocios en el mundo rural, así como para el relevo generacional".

El Impuesto de Sucesiones y Donaciones es uno de los más conflictivos. Los datos de la propia Junta de Castilla y León indican que 20 contribuyentes zamoranos plantearon algún problema a la administración con respecto al curro del gravamen. Se han recurrido el 0,46% de los expedientes despachados, un porcentaje alto para los estándares que se manejan en estos aspectos. En total, desde que hay datos son más de 4.300 los zamoranos que no han estado conformes con algún aspecto de la liquidación, lo que les ha animado a recurrir ante la administración, en este caso la Junta de Castilla y León. Además, los datos indican que los recursos pendientes han aumentado un 5,41% respecto a los del año anterior, pasando de 148 a 156 a nivel regional. La media de la comunidad roza el 0,8%.

Los datos de la administración indican que el Impuesto de Sucesiones y Donaciones dejó 12,4 millones de euros en las arcas autonómicas durante el año pasado. En total, en todo Castilla y León, fueron 180,2 millones de euros. Que se trataba de un impuesto con múltiples bonificaciones queda patente cuando se analiza el número de contribuyentes que se aplicaron algún beneficio. En total fueron más de 62.700 solo el año pasado.

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