Tras la vorágine electoral llega el momento del trabajo y no son pocos los asuntos pendientes que tendrán que afrontar las caras nuevas del Ayuntamiento de Zamora. Los seis concejales entrantes de Izquierda Unida han asumido las labores de los cuatro ediles del Partido Socialista que salen del organigrama de gobierno, así como alguna de las áreas de compañeros de formación que acusaban sobrecarga de tareas. De esta manera, los recién llegados deberán abordar asuntos tan complicados como la reconducción de las relaciones con los barrios, las nuevas dotaciones para Policía Municipal y Bomberos, el mantenimiento de la presión fiscal o la organización de las fiestas, tan complicada como poco agradecida.

Concha Rosales es, a priori, quien tiene una mayor tarea por delante. La exjefa de Gabinete ha asumido la coordinación del área de Protección al Ciudadano con delegaciones en Policía Municipal, Bomberos, Protección Civil y Asesoría Jurídica. Entre los deberes pendientes del último mandato se encuentra la solución final a la obra del Banco de España para convertirlo en cuartel policial y la ampliamente demandada construcción de un nuevo parque de bomberos en la rotonda del Sancho. Además, tanto unos como otros han reivindicado durante los últimos años mejores condiciones laborales, aunque el punto de mira nunca lo pusieron en Antidio Fagúndez y sí en Laura Rivera, encargada de Personal.

Pablo Novo es otra de las caras nuevas de Izquierda Unida que ha asumido las funciones de Participación Ciudadana, Barrios, Padrón y Patrimonio. Accede al cargo en un momento en que la relación con las asociaciones de vecinos está más tirante que nunca, algo que se escenificó en uno de los últimos Plenos del pasado mandato a través de una airada discusión entre Francisco Guarido y Artemio Pérez, presidente de Faveza. De hecho, este departamento ha contado con la dirección de Christoph Strieder y Laura Rivera en los últimos cuatro años y ninguno de los dos supo calmar las aguas. En materia de Participación Ciudadana, el objetivo será el de dar mayor poder a los zamoranos a través de los Presupuestos Participativos, como así se desprende del programa de Izquierda Unida.

Diego Bernardo, nuevo concejal de Recaudación, Rentas y Hacienda, tiene por delante la complicada tarea de garantizar la continuidad. Hay quórum dentro del anterior equipo de Gobierno para calificar como "eficaz y transparente" la gestión que el socialista José Carlos Calzada hizo en este departamento, especialmente en materia tributaria. La bajada del IBI, la eliminación del repago en la tasa de basuras o la actualización de ordenanzas fiscales fueron tres de las medidas más destacadas del exconcejal. Ahora no hay margen para la reducción de la carga impositiva, según Izquierda Unida, por lo que el trabajo de Bernardo consistirá en el mantenimiento de la presión fiscal y la garantía de una recaudación eficaz para mantener estable el capítulo de ingresos.

Carmen Álvarez se ha integrado en el equipo de Gobierno con competencias en Igualdad, Mujer y Cooperación dentro del área que coordina Laura Rivera. Su antecesora en el cargo, la socialista Adoración Martín, aprobó antes de salir del Ayuntamiento de Zamora el III Plan de Igualdad de la institución con unos claros objetivos marcados sobre los que trabajar. Entre las aspiraciones de Izquierda Unida dentro de este área se encuentra la creación del Consejo Municipal de Paz, Solidaridad y Cooperación para impulsar políticas relacionadas en la ciudad.

Sergio López, el concejal más joven de la Corporación Municipal, ha sido encargado del siempre conflictivo departamento de fiestas, por aquello de que nunca llueve a gusto de todos. Además, hereda de la socialista Soraya Merino la Concejalía de Juventud, con retos como la promoción del ocio no consumista o la recuperación del servicio del autobús nocturno en fines de semana y fiestas.

Por último, Carmen Turiel ha recibido delegaciones en Salud Pública, Consumo y Cementerio. Las dos primeras son áreas que ha gestionado hasta el último mandato José Carlos Calzada y la tercera estaba en manos de Christoph Strieder. En Salud Pública tendrá que hacer frente a las demandas de la protectora de animales, que asegura que las instalaciones se han quedado pequeñas para el volumen de perros y gatos recogidos de manera anual.

Los seis concejales entrantes tienen, por lo tanto, una ardua tarea por delante para cumplir con las promesas incluidas en el programa de gobierno.