El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, alabó la tarea que desempeñan los sacerdotes de mayor edad en la diócesis de Zamora ayer, varias veces, en la homilía de celebración de la jornada sacerdotal, coincidiendo con la memoria litúrgica de San Juan de Ávila patrono del clero secular español, en la que siete sacerdotes celebraban sus 60 años de ordenación y dos, los 50.

"Nadie celebra las de plata (suspiro amplio y pausa) lo que indica la situación de la diócesis" que "si no fuera por la generosidad de los sacerdotes mayores, no podría subsistir, sin ellos no podríamos llevar la diócesis tal y como la llevamos. Los sacerdotes jóvenes son pocos y no siempre se tiene la predisposición para llevar la diócesis como hay que llevarla", subrayó.

Además, pidió al clero presente que "hay que abrazar a la cruz, la cruz de la entrega, la cruz de que sea el Señor quien nos lleva y conduce, la cruz del día a día" e instó a los presbíteros jóvenes que sean conscientes de la diócesis en la que están "con sus pros y sus contras, con sus dificultades? Hay que responder con fuerza y valor a Dios y muchos mayores nos dan ejemplo" y les reclamó más celo apostólico "no somos funciones, sino servidores", sentenció Martínez.