El bipartidismo sigue dominando, pero pierde peso en la provincia. Así lo aseguran los datos de las elecciones generales celebradas el domingo, que colocan al PSOE y al Partido Popular como primera y segunda fuerza, pero que dejan la suma de ambos partidos en apenas el 60,88% de los sufragios, un resultado que, hace apenas una década, habría sido impensable.

El crecimiento de Ciudadanos y la irrupción de Vox, que entre ambos superaron el 28% de los apoyos, dejó a los dos partidos mayoritarios en torno al 30%. La suma es incluso más baja que en el 2015, cuando la llegada del partido naranja y de Podemos puso por primera vez contra las cuerdas al PP y al PSOE. Entonces, el acumulado del bipartidismo superó el 65%.

Seis meses más tarde, en el 2016, populares y socialistas recuperaron una parte de la confianza de la gente y subieron hasta un 72% de los votos. Ahora vuelven a retroceder en la provincia para alejarse aun más de las cifras de los 90 y los 2000, cuando apenas había nadie que les hiciera sombra en provincias como Zamora.

De hecho, el punto álgido del bipartidismo en esta circunscripción llegó en el 2008, en los comicios que le otorgaron la segunda victoria a José Luis Rodríguez Zapatero. En aquella votación, un 94,23% de los zamoranos que fueron a las urnas escogió entre PP y PSOE. Cuatro años antes, el porcentaje había alcanzado el 93,28%.

En realidad, las cifras no bajaron del 87% entre 1993 y el 2011, cuando se abrió la primera rendija a la presencia, aún residual, de otros partidos, como UPyD e Izquierda Unida, que elevó su número de apoyos.

Para encontrar un resultado peor que el de este domingo para el PP y el PSOE hay que remontarse hasta los años 70, cuando la formación a la derecha todavía se llamaba Alianza Popular y UCD copaba una gran parte del que después fue su electorado.

Esto ya ha permitido la entrada de un tercer partido por Zamora en el Congreso y amenaza un dominio que, durante mucho tiempo, pareció ser infinito. Las municipales serán otro examen para ambos en este nuevo escenario.