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José Luis Bonet | Presidente de la Cámara de Comercio de España y de Grupo Freixenet

"Tenemos que trabajar para generar riqueza fuera de las grandes ciudades"

"El Gobierno debe tener cuidado en el uso que se da al dinero público" "El gasto social, si no se desarrolla de forma equilibrada, desincentiva el esfuerzo y perturba a las empresas"

"Tenemos que trabajar para generar riqueza fuera de las grandes ciudades"José Luis Fernández

Presidente de la Cámara de Comercio de España y de la empresa Freixenet, José Luis Bonet Ferrer, es una de esas voces que, desde el empresariado catalán, se hace oír contra los movimientos independentistas y "siempre a favor" de la globalización como "única esperanza" para el futuro de muchas empresas. Bonet estuvo presente en Zamora el pasado viernes para participar en el homenaje que la Cámara de Comercio de España realizó a Manuel Vidal por sus veinte años de presidencia en la institución cameral de Zamora. En su visita, el empresario "sacó" unos minutos para conceder una entrevista en la que detalla su punto de vista sobre muchas de las cuestiones de mayor actualidad, sin rehuir ninguna pregunta.

-¿Estamos ante una nueva desaceleración económica?

-Sí, existe y estamos en esa situación. Hay una serie de motivos, pero hoy en día la situación se mueve a gran escala y es imposible hablar de desaceleración sin entender que se debe al proteccionismo de algunos países y a incertidumbres que existen en algunos sectores concretos. Pero no hay un hundimiento, no tenemos que ser alarmistas. Hay una desaceleración, y lo que hay que hacer es luchar contra ella para que sea lo más pequeña y leve posible y para que afecte lo menos posible a las empresas españolas. En definitiva, poner en marcha factores que mejoren las cosas.

Es el caso del turismo. España se aprovechó, en los años de crisis más duros, de la situación de inestabilidad que se vivió en determinados países del norte de África. La gente vino a España porque es aquí donde se sentía segura y eso está bien. Esto está cambiando, porque los países de los que hablábamos mejoran su seguridad y porque también tienen derecho a que la gente vaya allí. Esta es una de las cuestiones que más influyen en esa desaceleración por la que me pregunta, pero seguiremos trabajando para mejorar. España es una potencia turística.

-Los más agoreros hablan de una situación similar a la del 2007, antes de que estallara la crisis...

-No, no es para tanto. En absoluto. En aquellos años estábamos metidos en una burbuja muy grande, que se alimentaba de un endeudamiento feroz a costa del sistema financiero y de las propias familias y empresas. La situación de ahora es muy diferente. En parte "gracias" a la crisis el país, las empresas principalmente, ha hecho un gran esfuerzo de internacionalización y ya no dependemos tanto de la demanda interna. Esto podría tener algún problema, pero en definitiva la situación es mucho mejor que la de hace diez años.

-Parece no obstante que el país crece a dos velocidades, la de los territorios más poblados y con mayor número de empresas, y la de los territorios, como Zamora, más vacíos y con menos alternativas para generar riqueza. ¿Qué le pareció la Revuelta de la España Vaciada de la semana pasada?

-Un gran acierto porque visibilizó un problema que existe. Además se ha hecho en un momento de precampaña y ha obligado a los políticos a apoyar las demandas de los territorios más despoblados. La Cámara de Comercio apoyará a estas provincias en su lucha por tener más oportunidades.

-¿Qué oportunidades de generar riqueza y empleo quedan en provincias como esta?

-Hay una serie de ventajas naturales que están ahí, y es verdad que están. Lo que hay que hacer es trabajarlas y desarrollarlas. Estas provincias, entre ellas Zamora, tienen que potenciar mucho el turismo para generar ingresos, que sea más que turismo de un día. Sería una buena opción vincular el turismo al apartado gastronómico, que en muchas provincias de interior funciona muy bien porque la base que existe es muy buena. También vemos necesarias ideas nuevas para la producción de bienes y servicios, que se pueden desarrollar en Zamora y cerrar aquí la cadena de producción.

-Lo que parece evidente es que el país no está vertebrado. ¿Es peligrosa esta situación para el crecimiento económico?

-Hay que buscar el equilibrio entre los distintos territorios y aprovechar las oportunidades, que las hay. La urbanización del país es una tendencia que está ahí pero entre todos tenemos que trabajar para desarrollar oportunidades fuera de las grandes ciudades. En esto creo que también tiene mucho que decir la Unión Europea, que tiene fondos para vertebrar el territorio que hay que aprovechar. Como Cámara de Comercio nosotros somos un organismo intermedio de gestión de fondos europeos, por eso siempre decimos que podemos ayudar mucho a la vertebración del país. Máxime cuando la Cámara de Comercio tiene más de ochenta sedes repartidas por todas las provincias del país. Los esfuerzos deben ir en esa línea: sensibilización con los problemas de los territorios más despoblados, creación de nuevas empresas y aprovechar el mundo del valor añadido para que estas provincias no sean solo exportadoras de materia prima y lo sean de producto terminado.

-Insiste en hablar de Europa y de globalización. ¿Qué opinión le merecen movimientos como el "brexit" o el independentismo catalán?

-Son movimientos que no van por el buen camino. Hay que respetar las ideas de la gente, pero desde mi posición creo que hay que luchar contra este tipo de movimientos porque pueden perjudicar a las empresas, a la economía y a muchas personas. Yo lo tengo muy asumido y no tengo problemas en decirlo. Hay una tendencia hoy por hoy, que es la globalización. El que lo vea, bien, y el que no se adapte quedará en fuera de juego en perjuicio de su gente. También es importante la internacionalización de las empresas. No tiene sentido poner fronteras y trabas donde no las hay, donde se ha funcionado bien. España tiene un sistema, el de la Constitución de 1978, que ha funcionado bien y que ha dejado 50 años de progreso. Defender este sistema es defender el progreso, y como empresarios tenemos que hacerlo porque estamos en el centro del sistema. Europa debe fortalecerse para ser más competitiva, y en eso solo cabe reforzar la UE. Por eso el "brexit" y el independentismo son movimientos erróneos. No cabe, en estos momentos, otra solución que no pase por tejer alianzas, estar más unidos y establecer lazos con Iberoamérica, para lo cual España, y también Cataluña, juegan un papel fundamental dentro de la Unión Europea.

-Pasada la declaración de independencia de finales de 2017, la aplicación del artículo 155, la celebración de nuevas elecciones... ¿Cuál es la situación actual que se vive en Cataluña?

-Hay un hecho que es evidente, y es que la intentona de separación de España que hubo en octubre de 2017, que tanto daño causó a la economía y a muchos catalanes, pasó y fracasó. Por tanto no hay problema en este sentido. Lo que sucede es que sí hay un problema muy grave de tipo social. La gente puede pensar lo que quiera, cada uno es libre, pero debemos luchar contra ello cuando se introduce un factor de división social. Esto no es sensato. Lo que debemos de hacer es ponernos de acuerdo para mejorar las cosas de todos los catalanes.

-Con o sin desaceleración, parece que el país ha superado la crisis económica. Lo ha hecho con un gran esfuerzo de los ciudadanos. ¿Es momento de devolver parte de ese esfuerzo?

-Evidentemente, cuando se habla de quién ha sacado a España de la crisis tenemos que decir que han sido los ciudadanos. Los españoles somos especialistas en meternos en charcos, pero también tenemos una gran capacidad para salir de ellos. Evidentemente se tuvieron que hacer las reformas mínimas adecuadas para arreglar la situación, y también es justo decir que Europa ayudó mucho, pero nuestro esfuerzo nos ha permitido salir. También el esfuerzo de los empresarios, que conste. ¿Devolver? En este momento hay una situación que, sin llegar a los años 2007 ó 2008 -que estábamos mucho más frágiles- también es de incertidumbre.

-¿Qué opina de los llamados "decretos sociales" que prácticamente cada viernes aprueba el Consejo de Ministros? ¿Cree que habría que contener el gasto por esa incertidumbre de la que habla?

-Sí, sin duda. Habría que tener cuidado con lo que se hace con el dinero público. El dinero público lo extrae el Estado de los particulares, de los impuestos de las personas físicas y de las empresas. Hay que tener cuidado, porque si afecta demasiado a las familias y a las empresas, elevar el gasto social puede desincentivar el esfuerzo de la gente y puede perjudicar la propia viabilidad de las empresas, o al menos su actitud ante el futuro. Porque las empresas tienen también actitud. Si el Gobierno las castiga más de lo que debe entonces las empresas pueden tener que hacer reconversiones que al final serán perjudiciales para la gente.

-Existe la sensación de que se está hablando demasiado poco de economía durante la presente campaña electoral. ¿Coincide con este pensamiento?

-Totalmente. Se está hablando demasiado poco. La política es importante, pero creo que la economía debería ser una de las principales claves de cualquier mensaje que lancen los partidos políticos. En economía, si no hay seguridad, es muy mala cosa, y por eso debería hablarse más y reforzar la situación. España está en un camino, insisto, en el que va a tener que adaptarse a la globalización y a la digitalización, a la llamada industria 4.0 que ya está aquí. Eso va a suponer una serie de cambios importantes en las empresas de los que nadie está hablando y de los que se debería hablar.

-¿Qué demandas fundamentales presenta la Cámara de Comercio de España a los partidos políticos de cara a los procesos electorales que se celebrarán en unas semanas?

-Este es un tema muy complejo porque tenemos que hacer una visión general de todos los ámbitos en los que la Cámara de Comercio tiene algo que decir. Nosotros estamos preparando un documento que entregaremos a los partidos políticos y a representantes institucionales. Somos una entidad que puede dar consejo a las instituciones y colaborar con ellas y creo que así debe ser, porque los partidos se equivocan si no escuchan a los empresarios.

Dicho esto, en el terreno formativo la Cámara de Comercio va a presentar una propuesta para que los partidos no se enfrenten de manera irracional y lleguen a un acuerdo, a un pacto educativo que permita que el sistema funcione durante varios años sin cambios bruscos. En el ámbito de la universidad vamos a pedir a los políticos que procuren, dentro del pacto educativo del que antes hablábamos, que la empresa tenga un mejor encaje con el mundo universitario. Esto es necesario, como también lo es renovar, reforzar y dignificar la Formación Profesional dual.

Tenemos también propuestas sobre política industrial y cómo potenciar las ventajas endógenas con las que cuenta España para generar riqueza y valor añadido. Es necesario un mayor impulso a la internacionalización de las empresas para evitar que crisis como la que hemos pasado sean tan nefastas para la economía. El posicionamiento internacional es clave, como también lo es apoyar de una forma decidida la salida al exterior de las empresas. En este sentido solo les pedimos colaboración con las Cámaras de Comercio para que haya mejores condiciones a la exportación.

Importante lo que hemos dicho antes, que no se apriete a las empresas más de la cuenta con el gasto social, que este gasto se desarrolle de una manera equilibrada y que no perturbe al funcionamiento de las empresas. Y por último, en el campo de la energía, realizar un apoyo a las renovables que no suponga un giro brusco para las empresas, así como el apoyo al emprendimiento, con medidas para generar autoempleo.

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