La historia de Monte la Reina arranca en los años cincuenta. Entonces los hermanos malagueños Luis Felipe y María Gabriela Miguel Padierna adquieren, a partes iguales y sin posibilidad de venta individual o parcelación, la finca situada entre las localidades de Zamora y Toro. La vida militar de los terrenos comienza en 1961, cuando la Comandancia Militar de Obras instruye expediente de expropiación forzosa de parte de la finca. Defensa, que entonces se hace ya con su titularidad, paga 200.000 pesetas -195.000 a los propietarios y 5.000 al Banco Hipotecario de España-. A las doce del mediodía de 22 de mayo de 1963 se levanta acta del pago en el Ayuntamiento de Toro.

Estos eran los primeros pasos para la puesta en marcha de un campamento militar que durante años constituyó uno de los principales centros de reclutamiento del país, cuya importancia era equiparable a la que hoy puede tener la Base Naval de Rota. En Monte la Reina se realizaban tanto maniobras como ejercicios de tiro y ahí se preparaban los altos mandos del Ejército. Recordadas por muchos, tuvieron relevancia las jóvenes milicias. Personalidades de toda España recibieron formación militar en Monte la Reina, mención especial para Adolfo Suárez y Felipe González, ambos presidentes del Gobierno de España. Aunque hay nombres de sobra conocidos, por estas instalaciones de Defensa pasaron miles de jóvenes de toda España.

En los noventa, Monte la Reina deja de tener interés para el Ejército. Lo expresaba el teniente coronel Martínez Coll en LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA. "Ninguna de las parcelas de Monte la Reina es de interés para un Ejército tan reducido como el que ha quedado ahora mismo, sin guarnición en esta provincia y teniendo un campo de maniobras suficientemente cercano en Salamanca para las unidades de Zamora y otro, mucho más importante, el de Renedo-Cabezón para las unidades de Valladolid".

Ahora las necesidades han cambiado y, como explicó el martes en Zamora el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general Valera, Defensa necesita espacio . Si los planes del Ejército salieran adelante, el campamento volvería a tener vida y, en el mejor de los casos, hasta 1.400 militares y sus familias llegarían a Zamora. Un nuevo uso militar para unos terrenos en los que el Ejército nunca ha dejado de estar presente, como demuestran los hallazgos -el último, un proyectil en abril del año pasado- que todavía aparecen en la zona.

Pero Monte la Reina, terrenos sobre los que ahora vuelve a sobrevolar la posibilidad de traer al Ejército a Zamora, no ha dejado de ser noticia durante todos estos años. Ni mucho menos. El posible uso de la finca, dividida por la Nacional 122 y compuesta de dos partes -el campamento propiamente dicho y el campo de maniobras y de tiro, de más de mil hectáreas-, ha estado en boca de los zamoranos durante más de veinte años. En 1991 los Ayuntamientos de Toro y de Zamora se posicionan a favor de utilizar Monte la Reina para actividades recreativas. Como tantos otros proyectos presentados por las instituciones, nunca se hizo y el peso de los años caía sobre unas instalaciones que ahora, si la burocracia lo permite y Defensa tiene a bien financiar, podrían volver a escuchar el ajetreo de la vida militar.