El joven que se saltó un control de alcoholemia y drogas en la carretera de La Aldehuela la medianoche del 8 de junio pasado, eludió a los agentes que trataron de pararle y se dio a la fuga a gran velocidad, hasta que se le detuvo en Fresno de la Ribera, no podrá ponerse al volante de ningún vehículo durante un año.

El Juzgado de lo Penal acaba de condenar al joven por un delito de conducción temeraria, por el que la magistrada le ha impuesto seis meses de cárcel, que no tendrá que cumplir si en los próximos dos años no vuelve a delinquir. El procesado puso en riesgo su vida, la de otros conductores y la de los propios agentes de la Policía Municipal de Zamora que emprendieron de inmediato la persecución del turismo, al observar cómo este conductor hacía caso omiso del control y proseguía su marcha.

De nada sirvió que uno de los agentes municipales se colocara delante del vehículo para que frenara, tras observar que el conductor no obedecía a sus compañeros cuando le dieron el alto. El joven llegó a circular a más de 100 kilómetros por hora en tramos donde el máximo permitido era de 50 kilómetros. Incluso, superó los 180 kilómetros por hora cuando alcanzó autovía A-11, en dirección a Valladolid, hacia donde se dirigió cuando abandonó la carretera de la Aldehuela a una velocidad también superior a la permitida en ese tipo de vía urbana.

El intrépido conductor fue sorteando a los agentes hasta que, ya en Fresno de la Ribera, abandonó la autovía para despistar a los guardias civiles que le perseguían. Se adentró en un camino, con tan mala suerte que no tenía salida. Los guardias civiles procedieron a detenerle.

El joven no supo explicar por qué huía, puesto que no iba bebido ni drogado, dio negativo a las pruebas de alcoholemia y de drogas que se le practicaron tras el arresto. En el juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal, no supo explicar su actitud, si bien se mostró arrepentido por su conducta y se conformó con la pena que solicitó el Ministerio Fiscal.