"Vivo con la misma ilusión que un niño o los profesores nuevos el primer día de clase", señala el consejero de Educación, Fernando Rey, en el que será su último año de mandato en un cargo que no aspira a mantener como ya ha anunciado en varias ocasiones. Con la mochila cargada de ilusión y el poso que le confiere una dilatada etapa docente que retomará en la Cátedra de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid, relata que tiene previsto escribir una carta a la comunidad educativa "animando al trabajo".

-¿Qué análisis hace sobre el cumplimiento de aquellos objetivos de "calidad, equidad y empleabilidad" que se marcó hace tres años?

-Me resulta difícil valorarlo porque a veces los árboles no te dejan ver el bosque. Me encontré en la Consejería un equipo, proyectos y programas sólidos donde tengo la responsabilidad final pero no única y las alegrías han sido enormes. Los resultados de PISA o de TIMM que socialmente ha marcado: se ha elevado el nivel de autoestima de profesores, padres y alumnos y la reivindicación de la EBAU única está en esa línea. También en equidad ha habido avances muy interesantes en todo lo que encaja en los planes de diversidad, discapacidad y minorías étnicas, por lo que no puedo decir que me voy con frustración. En el tema presupuestario, no puedo poner excusas ya que, sin estar a los niveles anteriores a la crisis y ser el ideal, ha habido una cierta recuperación y se ha hecho cosas en materia de equipamiento, renovación, obras de mejora y eficiencia energética al tener edificios con una media de 40 años.

-¿Qué impide en España un pacto por la educación?

-Existe un cortoplacismo claro y los partidos utilizan la educación con fines electorales. Los responsables del tema educativo no son los que tienen mayor peso político y no son muchos. En ese sentido falta mucha trastienda reflexiva en las fuerzas políticas. La forma autonómica no ayuda nada: uno de los grandes problemas educativos de este país es la diferencia de resultados y las dos o tres Españas educativas que hay. Eso no se aborda porque las comunidades que no obtienen buenos niveles, los obvian y los ocultan y tampoco el Ministerio ejerce un papel de impulsor o coordinador. En las inspecciones educativas tampoco se hace. El reparto de competencias entre el Ministerio y las comunidades es manifiestamente mejorable? Es un campo minado porque hay tres o cuatro temas que se inflaman periódicamente y provocan el disenso? Sin embargo seguimos empantanados en los mismos temas. Hay otro factor que es el estatuto del profesorado, hay cosas por hacer, pero no todo lo que mejora sus condicione mejora la educación. De hecho, en la universidad, algunos avances requieren que se comprima la zona de confort de los docentes. Sin embargo, el populismo educativo es extender derechos, mejoras? pero esto no siempre mejora la calidad. Sería como dejar que la ley de caza la redactaran los conejos.

-¿Habría que modificar la arquitectura de las competencias educativas?

-Hay que cambiarla. Es aceptable en el sentido de que la misma ley estatal permite que haya 17 sistemas diferentes, pero no está bien ajustada. Respecto a las universidades, la competencia debería ser fundamentalmente estatal, mientras que en la FP las comunidades deberíamos tener mucha más capacidad de intervenir para flexibilizar el sistema. Cuando alguien habla de recentralizar algunas cosas hay que tener muchísimo cuidado: a veces el legislador estatal actúa para Madrid, o más concretamente, para el anillo interior de la M-30. Este país es muy largo y muy ancho y resulta que también hay zonas rurales o con muchas minorías. En cuestiones como las escuelas de idiomas hay que agilizar la extensión de certificaciones en un año o dos como la iniciativa privada y ordenar los estudios artísticos, pero Madrid ni se lo plantea. En materia de becas, las comunidades deberíamos gestionarlas aunque el Estado determine las cantidades de las que se dispone. Y luego el Ministerio no hace lo que tenía que hacer: por ejemplo la alta inspección educativa para evitar que haya contenidos xenófobos, independentistas y nacionalistas, y no solo en Cataluña.

-La ministra ha dicho que serán las comunidades quienes tengan que revertir el aumento de la jornada lectiva de los docentes. ¿Lo hará Castilla y León y también el número de alumnos por aula?

-Ya lo estamos viendo en el caso de las horas de clase para los docentes, aunque sobre la ratio de alumnado nosotros no lo aplicamos ya que aquí no hacía falta. No obstante, hay que mejorar el sistema de sustituciones y tenemos que reducir el horario, pero pasar de 20 a 18 horas en clase en Secundaria nos cuesta 60 millones de euros más al año de presupuesto. Debemos ser conscientes de que tenemos el mejor sistema educativo del mundo pero nuestros profesores de la pública son los que comparativamente tienen peor remuneración. El sistema de financiación no cubre la prestación de servicios y necesitamos otro que, por cierto, debería tener en cuenta la calidad del servicio. Debe tenerse en cuenta lo que dicen los informes que apuntan a que los resultados académicos en Castilla y León son espectaculares para su nivel de renta.

-¿No se pueden evitar situaciones como la de incertidumbre de los interinos y las oposiciones?

-Fue una oposición masiva con 13.385 aspirantes para 1.200 plazas y se ha desarrollado en dos meses en 54 especialidades y seis cuerpos docentes distintos y hay 42.000 solicitudes para interinidades. Ya hemos pedido disculpas por que se trata de un proceso complejisimo y la informática, como siempre, nos ha dejado tirados,. Eso ha generado el problema y hemos tratado de subsanarlas. Si el 17 de septiembre comienza el curso como otros años podremos decir que la cosa ha ido bien y que existe normalidad. Puede que alguna no esté cubierta ya que se trate de una especialidad complicada o exista algún destino al que alguien no quiera ir, pero en pocos días todo se solucionará.

-¿Comparte la idea del MIR educativo?

-Llevamos tres años trabajando en muchos temas del pacto educativo y uno de ellos es el ingreso en la carrera docente ya sea el MIR u otra fórmula. Pero es que hemos ido mucho más allá al hablar con decanos de las facultades de toda España que forman parte de una red y cuyas propuestas nos parecen muy razonables, porque no solo hay que repensar cómo uno entra a ser profesor. Se podría llegar a un consenso por que el sistema que tenemos no satisface a nadie. Por poner un ejemplo, los temarios de oposición no los hemos cambiado desde el año 2001 y cosas que se estudian han sido derogadas.

-La tasa de repetición en la Comunidad es sensiblemente superior a la de otros países europeos. ¿Es un buen método?

-Por lo que vemos en la evolución de nuestros estudios la mayor parte de los alumnos que repiten al final se acaban titulando. Es decir, que la repetición en nuestra Comunidad es una gran herramienta más para ayudar al escolar a madurar y a consolidar conocimientos y, por lo tanto, al final no es un castigo, ni una sanción. Queremos es alumnos competentes, no competitivos. Las repeticiones de curso suelen estar muy medidas, se habla a veces con los propios padres y no son insensatas. Pese a ello, es algo que en conjunto tendríamos que revisar sobre todo en Primaria y Secundaria e ir un sistema en el que fuéramos acompañando a cada alumno a partir de su nivel, expectativas...

-Usted ha repetido que no hay diferencias de rendimiento entre los alumnos del medio urbano y el rural, pero los últimos informes indican que la situación socioeconómica repercute en los resultados.

-El informe PISA dice que en la comunidad no hay diferencia en la calidad educativa entre el medio rural y el urbano. Lo que ocurre es que en los pueblos, apenas hay oportunidades formativas complementarias o las que se ofrecen no son comparables respecto a la ciudad. En los institutos rurales se acude a municipios de mayor tamaño con más posibilidades y de ahí a la universidad donde ya se pueden adquirir mayores competencias. Cuando uno elige vivir en el mundo rural se sabe que hay ventajas e inconvenientes.

-¿Es bueno para el aprendizajeque haya colegios con hasta tres alumnos?

-Se trata de escuelas conectadas con pueblos de al lado que al final juntan más alumnos y hacen actividades entre ellos y no están tan aisladas. Los centros agrupados rurales hacen cosas muy creativas y suele haber un profesorado joven, con mucho entusiasmo, que actúa de forma itinerante y se traduce en un buen servicio educativo.

-¿Entiende las ampollas que levantan cada año en el inicio del curso las facturas de los libros en las familias pese a que existan ayudas?

-Claro que lo entiendo porque yo también soy padre y tengo que pagarlas. Es un momento enojoso pero ha habido avances y en los programas Releo se logra ya alcanzar a la mitad de familias con la gratuidad de los libros en la educación obligatoria. Los gastos disminuyen en comparación con épocas anteriores o con otros países.

-Desde Castilla y León se plantea el debate de la EBAU única; el PSOE, el Ministerio y otras comunidades no quieren entrar en él, pasa el tiempo y el problema se mantiene.

-En el ámbito autonómico no se puede hacer nada por que teóricamente se trata de un distrito universitario único y no se podrían considerar las notas obtenidas por nuestros alumnos de un modo distinto al de otras comunidades ya que este tema acabaría en los tribunales y se perdería si se introduce esa rigidez en el sistema. Teóricamente, las universidades podrían poner medidas adicionales de control pero pedirles eso parece excesivo cuando no lo hace el resto, creando más carga y exámenes a los alumnos para poder entrar en las facultades. Lo que está claro es que hemos avanzado ya que hace un año y medio nadie hablaba de una EBAU única y ahora ha habido apoyo de partidos políticos, las Cortes, las universidades y existe un consenso social extraordinario sobre este asunto como lo hay en pocos en Castilla y León. Fuera nadie se planteaba este asunto y ahora los cinco consejeros del PP están de acuerdo y algunos consejeros socialistas por lo bajini dicen que tengo toda la razón. Mi objetivo es que este tema se pueda decidir en una mesa de trabajo de la actual ministra con los consejeros y que todos vean que el actual sistema de evaluación de acceso a la universidad no es justo. Es evidente la discriminación. Un acuerdo de PP, PSOE y Ciudadanos podría imponer la EBAU única.

-¿Necesita la FP un plan de marketing para que las familias no sigan pensando que es una formación de segunda?

-Estamos contentos con la Formación Profesional. Este año hay casi 1.200 alumnos más matriculados, llegando a los 41.500 y se ha crecido en una oferta superior que es de lujo. Los alumnos más listos están teniendo en cuenta el dato de que el 80 por cientos de los que acaban un ciclo medio-superior encuentran un empleo de lo suyo antes de un año de lo que han estudiado, y según grados y ciclos, se llega hasta el 100 por 100. También es positivo que algunos estudiantes de FP al concluir estos estudios saltan a la Universidad y al revés, al realizar algunos universitarios un grado superior en Formación Profesional..

-¿Tienen resultados de cómo ha funcionado la FP dual?

-Cuenta con 713 alumnos que representa un seis por ciento de los matriculados en el segundo del ciclo medio y superior. Pero es que nosotros tenemos una FP dual de verdad, donde la empresa paga al alumno entre 300 y 400 euros y se implica de verdad en que aprenda de verdad, siendo cómplice y coautora en esta tarea y no solo dando unas prácticas. Muchas comunidades hablan de miles de alumnos de dual y lo que hacen es dar las prácticas de siempre. Nuestro modelo, en las conversaciones mantenidas con expertos, nos dicen que es adecuado. No es elitista pero sí más exigente ya que tiene que ver con ciclos especiales relacionados con la industria 4.0 y lo bio y que conecta con las necesidades empresariales de la Comunidad.

-En materia de bilingüismo, pese a los informes, la sensación de los padres muchas veces es que los niños ni aprenden bien la materia que se imparte en otro idioma, ni aprenden bien inglés.

-Los denominados centros "British" funcionan bien pero en las secciones bilingües hay más desigualdad y lo que ocurre es que los padres piensan que sus hijos pueden acabar perfectamente un idioma al año siguiente o a los dos años. No, la sección bilingüe es para ayudarles a mejorar la comunicación, la comprensión oral, la escrita y la familiaridad con el idioma. Hay que elevar el nivel del profesorado que imparte idiomas, ya que un B2 no es suficiente y hace falta un C1. Nuestra idea es a los nuevos profesores pedirles el C1 y a los que ya están ponerles un plazo para que lo tengan. Este curso se va a implantar el bilingüismo en enseñanza infantil, aumentar los recursos complementarios con más auxiliares de idiomas, lo que conlleva más inversión. Pero también vamos a hacer que todos los centros sean bilingües o plurilingües y que todos cuenten con un plan de mejora y perfeccionamiento del inglés, potenciando los departamentos de idiomas. Nuestros escolares van a necesitar con toda seguridad un alto nivel de idiomas para su vida laboral. Y hay un consejo fundamental para los padres y es que vean las películas de la televisión en inglés porque eso eleva la enormemente la comprensión.

-¿En qué se va a concretar el Plan 2030 para evitar la segregación escolar?

-Tenemos en Castilla y León una veintena de centros de Primaria e Infantil donde solo hay alumnado de etnia gitana o imnigrantes y otros 80 que tienen un número muy elevado de minorías étnicas, donde los resultados académicos obtenidos son pobres. Los estudiantes a duras penas acaban Primaria, algunos problemas de convivencia en algunos lugares y un abandono escolar temprano. A unos 8.000 escolares que desde muy corta edad se les cierran las posibilidades laborales y de oportunidades de futuro, generando un problema social al Estado ya que se tendrán que cubrir sus necesidades durante buena parte de su vida. Básicamente se va poner a un grupo de profesores expertos en el tratamiento de la diversidad de los colegios, innovadores en su especialidad, a los que se les va a reconocer de una manera especial y se les dotará de todos los métodos digitales posibles para que estén a la vanguardia. A partir de un porcentaje en el mismo centro intentaremos cerrar la matrícula para no formar un colegio segregado.

-La llegada de la banda ancha ultrarrápida sigue pendiente.

-Debo recordar el cabreo que tengo con el anterior Gobierno ya que a una serie de comunidades autónomas se les hizo gratis, pero a Castilla y León se nos ha hecho pagar 18 millones de euros. No nos negamos a aportar dinero pero criticamos que unas autonomías tengan que hacerlo y otras no. Está la licitación en marcha y de hecho se ha contratado en la Consejería de Educación a tres ingenieros de telecomunicación, algo que nunca antes había ocurrido. Estará dentro de dos años. El Ministerio pondrá la conexión de alta velocidad en internet a la puerta, pero luego hay que poner el marcha sistema dentro de los centros.

-¿Hay garantía de que esto se hará en dos años como dice?

-Yo del Ministerio de Educación me fío ya poco, Hay seis comunidades que lo tienen y sería el colmo que nos hicieran pagarlo y no lo hicieran. Esto va a ir, seguro, y este será el tema más importante de la Legislatura que viene y la siguiente, que es la escuela digital de verdad.