¿Modificar la hora dos veces al año o eliminar estos cambios? A través de una encuesta en línea, la Unión Europea pretende conocer la opinión de los ciudadanos de los países miembro en lo que respecta a la temática de los horarios. El cuestionario está disponible desde el pasado 4 de julio, y todos los europeos que lo deseen podrán dar su opinión hasta el próximo 16 de agosto. Además, la consulta puede contestarse en cualquiera de los idiomas oficiales de cada Estado.

De esta forma, la Comisión Europea se ha hecho eco de las cada vez más habituales quejas de la población en relación al cambio de horario. Sin embargo, se han sucedido algunas críticas porque la encuesta considera las mismas condiciones para todos los países, sin tener en cuenta las distinciones entre estos. Pero, algunas voces apuntan a la situación de Finlandia, uno de los lugares que han pedido el fin de este modelo de cambio de hora semestral, no es la misma que la de España. Por ello, piensan que habría que tener en cuenta las características particulares de cada Estado y no plantear el mismo sistema a seguir para todos, pero desde la Unión Europea señalan que un modelo no unificado sería negativo para el mercado interior del grupo.

En el caso zamorano, hay opiniones de todo tipo acerca de la consulta propuesta, aunque la mayoría de los habitantes de la ciudad piensa que debe haber un único horario durante todo el año. Además, si han de elegir consideran que debe mantenerse el de verano debido a que perciben un mayor ahorro energético en esta época y una mayor comodidad con respecto al invierno.

Precisamente el menor gasto es una de las razones que se argumentan para realizar los cambios en marzo y octubre, pero la opinión de la ciudadanía considera que esto no es así y que no observa avances en ello. Incluso algunos estudios han llegado a la conclusión de que el ahorro es marginal con respecto al consumo habitual entre los españoles.

Para un buen número de ciudadanos, la modificación horaria no tiene ninguna ventaja y no observan beneficios en ella. Por el contrario, son más conscientes de los perjuicios observados, sobre todo en la salud porque afecta a los ritmos circadianos y porque "el cuerpo lo sufre y tarda en adaptase", y en el ámbito laboral, pero también en la propia rutina diaria.

Para otros habitantes, el cambio de horario no es tan importante y no notan que les afecte demasiado. Sin embargo, incluso estos piensan en la comodidad de no preocuparse por la modificación semestral en función de la estacionalidad.

Por otra parte, algunos ciudadanos consideran que el modelo de un solo horario podría ser equivalente para todos los países de la Unión Europea, a pesar de las opiniones contrapuestas que han surgido en lo relacionado con este tema.

Entre las cuestiones de la consulta, se pregunta acerca de la experiencia personal con las modificaciones semestrales en las horas, la opinión de los encuestados sobre la mejor opción para el mercado común, su preferencia del horario invernal o estival o el nivel de importancia que tiene este tema para cada uno de los participantes.

Los objetivos del cambio horario desde que comenzó a ponerse en marcha el pasado siglo han sido puestos en tela de juicio. Estos son, entre otros, el aprovechamiento de la luz del sol y el ahorro energético, sobre todo por parte de las empresas; el mayor tiempo de ocio; la efectividad en el comercio entre los distintos países, así como el favorecimiento de los transportes en dicha actividad; o incluso, la seguridad vial.

Asimismo, se ha apuntado a que el cambio semestral supone que los trabajos en agricultura se vean favorecidos por el hecho de contar en verano con una hora más de jornada laboral que permitiría hacer más eficientes las tareas. Algunos estudios realizados concluyen que estos elementos son positivos, pero otras investigaciones señalan que la modificación en las horas dos veces cada año tiene consecuencias negativas, por ejemplo en la salud de las personas.