La manifestación del pasado enero en Valladolid junto con la ofensiva de las distintas formaciones políticas en la oposición hacen que el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, pase por horas bajas, aunque ha sobrevivido a las constantes peticiones de dimisión. El asunto de los comunicados en su apoyo que resultaron enviados desde su propio despacho tampoco ayudaron demasiado. A estas circunstancias se han unido las particulares de varios colectivos médicos, como los de área y los funcionarios interinos, que están muy descontentos con la solución que propone la Consejería para ellos y que han iniciado también una lucha contra los actuales responsables de la Consejería. En estas circunstancias, el comunicado del Consejo de Colegios Médicos ha supuesto sin duda un alivio porque aparte de la Consejería casi nadie había salido en defensa de la sanidad que está prestándose ahora mismo en la región.