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Seve Calleja | Escritor que ha traducido a Apollinaire

Seve Calleja | Escritor: "Existe una saga de creadores franceses que es bueno recordar"

"Las ilustraciones de Daniel Tamayo y la inclusión del texto original convierte el libro en una pequeña obra de arte"

Seve Calleja | Escritor: "Existe una saga de creadores franceses que es bueno recordar"Foto L.O.Z.

El escritor zamorano, radicado en País Vasco, Seve Calleja se adentra en el campo de la traducción con "Bestiario", un libro del autor francés Guillaume Apollinaire.

-Usted ha escrito para niños jóvenes y adultos y ahora se involucra en un proyecto de traducción de uno de los clásicos franceses, Apollinaire.

-Lo hago por amistad y el amor por la literatura, que son tan semejantes. Fue mi amigo el pintor y profesor de Bellas Artes Daniel Tamayo quien me invitó a su sumarme a una idea que, a su vez, le había sugerido Leopoldo Zugaza, uno de esos promotores culturales y artísticos que generan ideas constantemente y prueba de que la literatura es un lugar de encuentro. Nos pusimos a ellos por puro placer y por rendirle un homenaje personal a Apollinaire.

-¿Por qué este título en concreto?

-Es el que su autor le dio en 1911 "Bestiario o Cortejo de Orfeo". Su devoción por la tradición medieval de los bestiarios le llevó a confeccionar un cortejo simbólico en torno al poeta de la música y la música y la poesía clásicas, que encarnan para el poeta el arte puro que buscaba.

-En este nuevo volumen asume el cometido de la traducción.

-Pertenezco a la vieja generación de "los de francés". Con aquellos rudimentos escolares me fui acercando a obras como "El Principito". A Apollinaire tenía que explicarlo con sus caligramas al hablar en clase a mis bachilleres de las Vanguardias. Antes había traducido del francés un par de obras juveniles. Desde el principio quise apartarme de la rigidez de rima, que es lo que puede distorsionar una traducción.

-La obra confiere tanta importancia a los versos como a la ilustración.

-Cuando su autor creó este poemario editó solo 120 ejemplares. Debió de crear él mismo algunas imágenes, pero prefirió acompañarse de un artista amigo, Raúl Dufy. No es fácil acceder a aquella edición, pero sí ver algunas muestras en Internet. Soberbias. Un bestiario no se concibe sin imágenes.

-Las bellas ilustraciones de Daniel Tamayo son el blanco y negro.

-Debió de quedar cautivado por la plasticidad de Dufy. Por eso quiso recrearse en las imágenes y aun siendo un maestro del color en sus propias obras eligió el blanco y negro

-La edición es bilingüe. ¿Por qué?

-Su brevedad lo hace factible y creo que para el lector es un gesto de humildad. Cada vez es más frecuente encontrar la poesía editada así. Además hay una tercera persona, Javier el editor, que también es poeta, quien vio en nuestro proyecto la posibilidad de publicar una pequeña obra de arte.

-En la actualidad miramos mucho a la cultura anglosajona ¿están olvidados a los autores franceses?

-Las modas culturales, como casi todo, van por barrios. Entre el XIX y el XX la cultura era afrancesada; hoy la anglosajona nos gobierna. De lo que no hay duda es que durante siglos, las vanguardias artísticas estaban en París. Toda una saga de creadores nos dejó una cosecha que es bueno recordar.

-Dentro de la Feria del Libro de Zamora se presenta un libro donde podrá leerse uno de sus relatos, un libro auspiciado por el IES María de Molina, que aúna los relatos ganadores y participantes en el primer certamen de relato corto con las aportaciones de voces consagradas vinculadas con la provincia de Zamora.

-La invitación del profesor Julio Eguaras ha sido una enorme deferencia. Crear un concurso cuyo galardón es difundir sus frutos y aderezarlos con la obra de escritores cercanos me parece una idea espléndida. Verme incluido entre ellos, un regalo. Una muestra más de que los libros son lugares de encuentro. En esta ocasión no iré a la feria de Zamora, pero sí estaré cuando edite mi proyecto de una antología de cuentos en torno a la escuela en la que trabajo y que cuenta con un prólogo de Fernando Martos y la aportación de Julio Eguaras.

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