La mujer herida de extrema gravedad en el incendio de su casa en el barrio de Pinilla en la tarde del jueves continúa en estado crítico en la Unidad de Quemados del Hospital Río Hortega de Valladolid, a donde fue trasladada de urgencia a las pocas horas de sufrir una intoxicación por aspiración del humo y quemaduras en el 80% de su cuerpo. La víctima, de 58 años de edad, se debatía el jueves entre la vida y la muerte, tras recuperar el pulso en la ambulancia que le trasladó desde la calle de Fuenlabrada hasta el Hospital Virgen de la Concha y haber sido sometida a maniobras de reanimación durante 45 minutos por efectivos del Parque de Bomberos de Zamora, de la Policía Municipal y la Nacional en el mismo lugar del suceso antes de que llegara el equipo sanitario del 112.

La inhalación del humo procedente del fuego desatado a las 19.45 horas del jueves en segundo B del número 2 la calle de Fuenlabrada, que quedó calcinado por completo, la llevó a un estado de inconsciencia que hizo temer por su vida cuando fue rescatada, completamente amoratada, por los bomberos de la habitación en la que se encontraba, al parecer otra distinta de donde se originaron las llamas, en un sofá, según las primeras informaciones.

La Policía Nacional recogió pruebas de la vivienda, en la que se cree que estaba el hijo de la víctima cuando comenzó el incendio, interrogado por los agentes, así como los vecinos, que pusieron de relieve el carácter conflictivo del hombre, que incendió un colchón hace un año, aunque en esa ocasión no se produjeron daños, como sí ocurrió el jueves como consecuencia del humo tóxico que se expandió por el portal y que provocó los habitantes del inmueble que pudieron salir abandonaran sus casas asustados. Dentro del edificio permanecieron los quienes ocupaban viviendas entre el tercero y sexto piso. Cuando los bomberos llegaron a la vivienda que estaba en llamas, se encontraron al hijo de la mujer en el rellano de la escalera. Ella permanecía en el interior de la vivienda, en una habitación, de donde la evacuaron amoratada y en estado de extrema gravedad.

Los vecinos del tercer al sexto piso, en un estado de nerviosismo patente, no pudieron abandonar sus viviendas antes de que llegaran los bomberos y permanecieron en ellas durante toda la operación de los efectivos municipales, que lograron apagar el fuego hacia las 21.00 horas.

La víctima acababa de llegar a su casa cuando se encontró con el fuego, según relató la vecina de la vivienda de enfrente, que coincidió con ella en el portal y logró salir de su piso al percatarse instantes después de entrar en su casa del olor a humo. No fue la única que avisó a los bomberos, asustados porque no es la primera vez que se produce un fuego en ese piso, "hace un año aproximadamente se quemó un colchón y también tuvieron que venir los bomberos", comentan los vecinos , que a las 21.30 del jueves seguían en la calle a la espera de poder volver a sus casas, mientras los bomberos desescombraban el piso totalmente arrasado por las llamas.