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La ausencia de lluvias deja al caudal del Duero en un cuarto de su nivel habitual

El río pasa por Zamora con menos de cincuenta metros cúbicos de agua por segundo, unas cotas propias de las primeras semanas de otoño

La ausencia de lluvias deja al caudal del Duero en un cuarto de su nivel habitualFoto Javier de la Fuente

El río Duero pasa por Zamora con un caudal que equivale a una cuarta parte del agua que suele bajar durante esta época del año. La causa hay que buscarla en un otoño anormalmente seco, no solo en Zamora sino también en las zonas que recorre el río antes de llegar a la capital. Este "cóctel" de datos hace que el Duero tenga una media de poco más de cuarenta metros cúbicos de agua por segundo a su paso por la estación de medición que la confederación hidrográfica tiene instalada en Zamora. Los informes anuales de la misma confederación reflejan que la media en diciembre suele ser de 166 metros cúbicos por segundo. La diferencia es significativa.

Lo cierto es que los niveles son más propios de los primeros meses del otoño. El Duero tiene una media de cuarenta metros cúbicos por segundo, dato actual, durante el mes de octubre. El décimo mes del año es un periodo en el que el río empieza a recuperarse después de los efectos del verano, cuando el caudal puede llegar a bajar de los veinte metros cúbicos por segundo. Sin embargo, ya en noviembre las medias históricas sitúan el caudal del río en más de sesenta metros, cota que suele dispararse en noviembre. Este año no ha sido así.

Los datos del río a su paso por Zamora prácticamente no han variado entre octubre y diciembre, siempre según los datos de la Confederación Hidrográfica del Duero. El nivel de las aguas aumentó ligeramente en las primeras semanas de noviembre hasta alcanzar un caudal que, en esa época del año, podía considerarse normal. La consecuencia fueron las lluvias del mes de octubre, único mes del otoño en el que las precipitaciones han alcanzado unos niveles que puedan considerarse habituales para la época del año en cuestión. La sequía de la segunda mitad de noviembre y de lo que va de diciembre, más de un mes en el que prácticamente no ha llovido nada cuando la costumbre dice que debe hacerlo, ha hecho estragos en el río.

Los informes climáticos de la Agencia Estatal de Meteorología relativos a la zona noroeste de la península son tajantes en lo relativo al carácter anormalmente seco del otoño que acaba de terminar. "Los meses de septiembre y octubre fueron casi normales, con una precipitación que quedó en promedio un 7% por debajo de lo normal en septiembre y un 4% en octubre. Noviembre en cambio fue seco, con una precipitación que se situó casi un 40% por debajo de la media".

"Noviembre sólo resultó más húmedo de lo normal en la mitad oriental de la vertiente cantábrica y en algunas zonas dentro del tercio oriental de la España peninsular. Las precipitaciones más copiosas, que superaron el doble de los valores normales, se registraron en una zona que abarca el interior de la provincia de Castellón y el este de la de Teruel, así como en pequeñas áreas de las provincias de Zaragoza y Lleida, si bien cabe citar que la mayor parte de estas precipitaciones se produjeron en los primeros días del mes. En el resto de España noviembre fue seco a muy seco, especialmente en Canarias, Baleares, tercio occidental peninsular y nordeste de Cataluña, donde las precipitaciones no alcanzaron en general el 50% del valor normal", dice la Aemet.

Con estos mimbres, parece complicado que el Duero alcance en el mes de enero los valores habituales. En el primer mes del año el río pasa por Zamora con una media de unos 230 metros cúbicos por segundo. Mucho tendría que aumentar el caudal en las próximas semanas para alcanzar estas cifras siquiera en algunos momentos puntuales. Aunque las grandes crecidas son más comunes cuando el invierno ya va avanzado o en las primeras semanas de la primavera, enero es, en conjunto, el mes con más caudal.

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