La Comunidad de Regantes del Canal de San Frontis aprobó ayer en asamblea un rebaja de las cuotas en un entorno del 6%, afirmó su presidente, Goyo González. La mejora de los precios viene determinada por la baja que han experimentado los tipos de interés del préstamo que se está pagando, solicitado en su día para acometer la modernización. Y una segunda causa es que cada vea se ponen más tierras en cultivo, debido a que los costes fijos son altos y los propietarios que antes tenían fincas sin aprovechar las tienen ahora arrendadas y por tanto, cuanto más gente cultive más se reparten los gastos.

La bajada tiene distintos componentes. El canon de riego baja de 0.061a 0,059 euros, el canon por cultivador se mantiene en 40 euros, el canon de aguas por hidrante pasa de 64,12 a 61,07 y el canon de agua por hectárea de 152,31 a 144,53. En el apartado relacionado con la modernización, el canon de obras por hidrante baja de 61,15 a 54,32 euros y el canon de obras por hectárea de 156,72 a 139,20. Estos dos últimos conceptos bajan por encima del once por ciento, mientras que los anteriores van del 3,2 al 5,11%.

Uno de los asuntos que generó debate fue el de la penalización del consumo de agua. Actualmente la Comunidad de Regantes tiene establecida una media de 5.500 metros cúbicos por explotación. Esto quiere decir que el propietario de un número de parcelas determinado puede regar más en unas que en otras pero sin pasarse de esta cantidad de agua por hectárea, ya que de lo contrario sufrirá una penalización económica. Los cálculos de la Comunidad es que por hectárea se consumen 4.500 metros cúbicos, por lo que se considera que esta media de 5.500 es perfectamente asumible por los regantes. Hubo voces críticas con respecto a esta norma, si bien los dirigentes de la Comunidad la defendieron, sobre todo con el argumento de que, sobre todo en el mes de julio, el exceso de consumo obliga a hacer funcionar las bombas a tope y es más fácil que se produzcan averías, por lo que las penalizaciones son una forma de ayudar a este fin.

Otro de los asuntos que se planteó fue el del elevado coste que supone el cobro de los recibos a través del servicio de Recaudación de la Diputación. La tasa de cobranza cuesta a la Comunidad 40.000 euros cantidad, explicaron desde la Junta de Gobierno, que puede parecer alta, pero que es muy eficaz para reducir la morosidad. Ahora la factura supone el 5% de la facturación, mientras que por otro sistema la morosidad se elevaría al 15%, con lo cual saldría más caro.

Otra de las partícipes intervino para alertar de la necesidad de prever un menor consumo de agua por el cambio climático, aunque con la modernización ya se ha logrado bajarlo.