"Pues ya está. Acabamos". Fueron las cuatro últimas palabras de Fernando Martínez Maíllo en el salón de Plenos de la Diputación provincial como presidente de la institución, palabras que pronunció tras un aplauso de los suyos tras la última intervención. Ayer se celebró el último Pleno de la legislatura en la Diputación, una sesión amable en la que los diputados dejaron de lado las tensiones políticas que se han vivido en ese mismo salón durante los últimos cuatro años para pasar a los agradecimientos a propios y extraños.

La sesión sirvió políticamente para poco, pues se limitó a aprobar las actas del Pleno anterior. Francisco Molina fue el primero en hacer uso de la palabra y la aprovechó para ensalzar el trabajo de los funcionarios de la institución yendo de la parte al todo. Mientras Maíllo hablaba de aprobar el acta Molina encendió el micrófono para destacar "lo bien que están escritas las actas en esta institución". El representante de IU quiso dejar atrás las polémicas de los últimos años y las encuadró "en que yo he tratado de convencerles a ustedes y ustedes a mí sin que ninguno lo hayamos conseguido". Se cierra un ciclo, aseguró Molina para despedirse de la Diputación pidiendo la elección directa de los diputados y felicitando a Maíllo por su "ascenso a los cielos".

Tras las intervenciones de los representantes de Adeiza y del PSOE, que aseguraron estar "orgullosos de haber pertenecido a la institución" y "haber llegado a los ciudadanos", el turno de palabra fue a parar a Martínez Maíllo. En un breve discurso de despedida agradeció al resto de partidos "sus aportaciones" y aseguró que "me quedo con lo positivo" porque "no es posible la democracia sin oposición". Maíllo pidió "disculpas por los errores que hayamos podido cometer" y subrayó que "los que estamos aquí hemos puesto Zamora por encima de todo". Hubo también un recuerdo para los diputados que ya no estaban presentes en el Pleno, algunos del PP y bastantes del PSOE.

Tras los aplausos y el turno de abrazos Maíllo abandonó el salón de Plenos pidiendo "sonrisas" a quienes se le acercaban, pero visiblemente afectado por abandonar la Diputación. El próximo viernes, Maite Martín Pozo ocupará el sillón en el que Martínez Maíllo se ha sentado en los últimos doce años.