El juez decidirá hoy si envía a prisión a los dos zamoranos detenidos como presuntos autores de un delito de tráfico de armas, dentro de una operación policial que investiga a una organización delictiva, iniciada por la Guardia Civil hace dos meses en Madrid, actuación que también se extiende a Barcelona y a Salamanca, donde se ha arrestado a una y once personas, respectivamente.

Por el momento, la Guardia Civil se ha incautado, además del fusil de asalto CETME, modelo L, con silenciador y munición hallado en el piso de Zamora de la calle de Grijalba, de una pistola Star 30-M, con dos cargadores y munición; un bolígrafo pistola de fabricación casera; munición del calibre 22; una escopeta del 12; pistolas detonadoras; chalecos antibalas; una granada; un mortero; más de 1.000 cartuchos.

La orden de entrada y registro en el domicilio del arrestado en Grijalba, en el barrio de los Bloques de la capital, llegó al Juzgado de Guardia de Zamora por un exhorto del juez del número 3 de Salamanca que investiga la ramificación de la red delictiva, según ha podido saber este diario. Tras la detención de este vecino de la capital, de iniciales J.L.G.D., con antecedentes penales y conocido de sobra en el ámbito policial, los agentes se desplazaron a otra vivienda de Zamora para proceder a su registro, inquilino que podría ser el otro detenido. Desde Zamora, la intervención judicial como la policial es meramente de apoyo, al igual que la de los agentes y la policía judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de la provincia, según fuentes próximas al caso.

La llegada de los efectivos de Madrid estaba prevista desde hace varios días, si bien el secreto sumarial de las actuaciones ha impedido que trasciendan más detalles porque no se descartan más arrestos y se trata de impedir que la difusión de información entorpezca o aborte la operación policial. De hecho, hacia las 12.20 horas, los agentes llegados desde Madrid y sus compañeros de Zamora, junto con la secretaria del Juzgado de Guardia (el número 2 de la capital), se dirigían al domicilio de otro sospechoso de la capital, en el que se efectuó otro registro en busca de armas y pruebas que puedan determinar si existen vínculos entre el inquilino de la vivienda y la red de tráfico de armas.

Tan solo seis minutos después, a las 16.26 horas, el primero de los detenidos salía esposado de su domicilio de la calle de Grijalba, escoltado por dos agentes de la Guardia Civil para ser trasladado hasta la Comandancia de Zamora, donde permanecerá hasta pasar hoy a disposición judicial. Los agentes irrumpieron en su domicilio hacia las 6.30 horas, según testigos presenciales, sorprendidos por el gran despliegue de guardias que ocupó esa calle y las adyacentes pasadas las 13.00 horas, tras más de siete horas de registro.

Las diligencias pasarán al Juzgado de Guardia, que a partir de mediodía recaerá en el número 3 de la capital, para que su responsable determine si, por la gravedad de los hechos que les imputa la Guardia Civil, deben ingresar en la macroprisión de Topas o si se les deja en libertad con cargos con o sin el pago de una fianza. El Juzgado de Zamora recibió el exhorto del juez de Salamanca el lunes, horas antes de los registros y de que llegaran los agentes de Madrid.