El delegado diocesano de Religiosidad Popular de Zamora, Javier Fresno, ofreció anoche en Salamanca un pregón centrado en la relación de la ciudad con el "fenómeno religioso" que supone la Pasión, que definió como "una confesión de fe, un gran credo". Junto a vivencias personales que relató en el inicio del discurso, el religioso natural de Valladolid aportó su vasto conocimiento sobre la celebración en todo el país para destacar las "singularidades" que definen a Zamora.

Miembro de la Comisión Nacional de Encuentros de Cofradías, Fresno compartió con el público asistente al Casino de Salamanca-Palacio Figueroa los componentes del estudio del hecho religioso a través del análisis "del rito, la tradición, los lenguajes, la iconografía o las cuestiones sociales" de la Semana Santa para llegar "al principio de todo: la confesión de fe como argumento central".

En cuanto a las singularidades de Zamora, Javier Fresno apuntó que estas tienen que ver "con la forma de los lenguajes expresivos, la identificación de una ciudad con el fenómeno religioso", porque la Pasión "es una confesión de fe, un gran credo". Con estas reflexiones, el delegado diocesano se estrenó en el pregón, un género no cultivado hasta la fecha y en el que reconoció ser "novato", si bien ofreció el discurso de Navidad en la Cofradía de la Peña de Francia.

El sacerdote -que elaboró uno de los informes para la declaración de bien de interés cultural de la Semana Santa de Zamora- fue más allá de las vivencias individuales, porque durante esta celebración "formamos parte de una masa coral, de un espectáculo en el sentido serio y autóctono".