El servicio de los comedores escolares de la provincia de Zamora es de notable para los padres de los alumnos. Los datos de las encuestas de satisfacción elaboradas por la Junta de Castilla y León en los colegios arrojan una nota media de 7,4. En total, la Consejería ha consultado a 43 de los 46 colegios que ofrecen menús diarios en todo el territorio de Zamora, de los que se nutren 2.241 alumnos. Esta evaluación positiva contrasta con la opinión de diferentes asociaciones de padres de ámbito regional, que exigen a la administración la rescisión del contrato con Serunión Serunión -empresa concesionaria del servicio de comedores en la provincia de Zamora- tras el episodio de los gusanos.

Los menús escolares que se sirven en Zamora han superado con éxito el examen más complicado: el de los padres. Durante las últimas semanas, las cocinas de los centros educativos de la provincia han recibido la visita de inspectores de sanidad y educación para comprobar que los alimentos son tratados en las mejores condiciones. Una iniciativa conjunta de las consejerías de Juan José Mateos y Antonio María Sáez incluida dentro del Plan Global de Mejora de los Comedores Escolares puesta en marcha el pasado mes de octubre, cuando se sucedieron las apariciones de larvas en Segovia y León.

Los comedores de Zamora, que ya pasaban con anterioridad a este Plan estrictos controles sanitarios e higiénicos, han recibido, además, el apoyo de los padres de los alumnos que son usuarios del servicio. La Consejería de Educación ha realizado encuestas de satisfacción en 43 centros educativos de la provincia y la nota media recibida por parte de los progenitores ha sido de 7,4.

El cuestionario al que se han sometido los centros consta de diez preguntas y la evaluación es del uno al cinco, aunque con posterioridad Educación ha ponderado los resultados con escala diez. Las consultas se realizan de manera mensual, aunque en esta ocasión la Junta ha decidido que las calificaciones trasciendan tras el escándalo de los gusanos.

Las cuestiones, en líneas generales, versan sobre la higiene y aseo del personal; el estado de los equipos y el menaje; el orden en el comedor por parte de los cuidadores; las prácticas de higiene de los niños; la supervisión de la ingesta y la ayuda a los niños que lo necesiten; el tamaño de las raciones; las características organolépticas del menú; la aceptación del menú por parte de los comensales; o la atención a los niños con necesidades alimentarias especiales.

Todos los comedores escolares consultados, salvo dos, han conseguido superar la barrera del siete en la nota otorgada por los padres. Cinco de ellos, además, han alcanzado el sobresaliente, entre los que aparece un diez.