En Cataluña tienen ya más desarrollada una normativa, que tiene un campo de visión más amplio, hasta el concepto de venta de proximidad. "El interés por el sistema de venta de proximidad -tanto venta directa como en circuito corto- responde a que en los últimos tiempos este tipo de venta se está posicionando como una estrategia útil para mejorar la viabilidad económica del campo catalán en toda su extensión y complejidad, con el consiguiente incremento del desarrollo socioeconómico de las zonas rurales. Por este motivo, Cataluña quiere potenciar este tipo de venta con el apoyo de las administraciones". La regulación de Castilla y León es un primer paso, pero habrá que ver si la telaraña de exigencias de la Administración para asegurar sobre todo el control sanitario de las producciones no impide en la práctica el objetivo final, que los propios productores primarios puedan vender su excedente.