"Calmadas y corteses". Así están las relaciones entre la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, y el presidente del Partido Popular, Fernando Martínez Maíllo. Después de un ácido episodio en el que la regidora local despuntó al declarar a ocho meses vista de las elecciones municipales que el también presidente de la Diputación Provincial de Zamora le había hecho "la vida imposible", la brecha parece estar, si no cerrada, sí apaciguada de cara a la galería y protagonizada, sobre todo, por el "respeto", palabra en la que siempre incide la alcaldesa. Las relaciones "están en la línea que tienen que estar", se limita a aportar Rosa Valdeón, para quien "cada uno tiene sus responsabilidades y hace su trabajo".

La falta de un candidato a la Alcaldía de Zamora por el PP que releve a la toresana a solo cuatro meses de las elecciones municipales es, según la alcaldesa, "una decisión general del partido, que ha planteado sacar a todos los candidatos al mismo tiempo".