Los pleitos relacionados con los despidos, con los ERE y con las modificaciones de contratos laborales se ha multiplicado por tres desde 2011, si bien "la conflictividad" en este terreno "ha disminuido porque la crisis", a día de hoy, "se ha llevado por delante el tejido empresarial" de la provincia, explicaba ayer el presidente del Colegio de Graduados Sociales, Luis Martín Uña, que celebró su festividad en la Iglesia de San Ildefonso y con una posterior comida.

Otros pleitos que se han incrementado en los últimos años son "los relativos a la solicitud de incapacidades laborales temporales o permanentes", en los que el trabajador demanda a la Seguridad Social, el Inss o el Servicio Público de Empleo. Martín Uña -que representa al colectivo profesional que interviene en los pleitos laborales "en el estrado y con toga"- se mostró partidario de "buscar fórmulas para que se puedan ir pagando" las cuantías que los trabajadores deben percibir al final de su vida laboral o con la extinción del contrato de modo que las empresas no tengan que realizar "el desembolso" de forma tan gravosa como resulta con el sistema actual, "que no tengan que pagar las cargas sociales a la hora del despido". El presidente del Colegio, que aglutina a 53 profesionales en ejercicio, enumeró entre las principales reivindicaciones del colectivo el que se les habilite para poder presentar los recursos de casación, con lo que evitarían tener que contar con un abogado para realizar el trámite. Además, piden formar parte de la justicia gratuita, que en la actualidad solo compete a los letrados.

Los graduados sociales, una profesión relativamente joven, "nacida hace unos 60 años", celebró ayer a su festividad, tras nombrar a San Ildefonso como patrón y concederle la medalla de oro del Colegio, que fue entregada durante la comida a Isaac Macías Fontanillas por sus 25 años ejerciendo como graduado social. Este galardón recayó el año pasado en Luis Brualla Santos-Funcia, expresidente de la Audiencia Provincial.

A partir de este año, el patrón se celebrará el viernes siguiente a la festividad de San Ildefonso, que se celebra el 5 de octubre.