El modelo de gestión compartida del teatro entre Diputación y Ayuntamiento "no está descartado pero sí muy frío", aseguró Fernando Martínez Maíllo, razón por la que se están barajando otras opciones. Aunque según el presidente provincial el modelo no está descartado "hay cuestiones jurídicas y laborales" que hacen complicado el mantenimiento de una plantilla entre dos administraciones. En todo caso, aseguró Maíllo, "se elegirá el modelo más eficiente y de menor coste" para las arcas públicas y esto no es óbice "para que exista coordinación" entre administraciones en lo referente a programación teatral y de congresos.

En otro orden, una vez las mediciones de los arquitectos del Ramos sean entregadas a la Diputación, se eliminará la parte de las taquillas que sobresale de los límites y se trasladarán al vestíbulo del teatro. Económicamente, asegura Maíllo, ejecutar esta obra es más es "más rentable que seguir adelante con el proceso judicial" por vía civil, algo que podría llevar a la Diputación hasta el Tribunal Supremo en el último de los casos. La sentencia del contencioso, según Maíllo, "daba a la Diputación la posibilidad de acudir a la vía civil, lo que costaría muchos años y dinero". En esta línea, el presidente de la Diputación destacó que el derribo de parte de las taquillas exteriores es "voluntario porque hemos desistido del proceso civil". Maíllo también destacó la "soledad" del grupo popular "durante todo el proceso" de lavado de cara al Ramos.