Un arte que está más en auge que nunca. El encaje de bolillos volvió a congregar en Zamora, coincidiendo con las fiestas de La Concha, a multitud de grupos de aficionados provenientes de varios puntos de España. "Este año hemos superado nuestras expectativas e incluso hemos tenido que dejar a gente fuera", apuntó la presidenta de la asociación de encajeras de Zamora, Pilar Macías González. De este modo el claustro del Colegio Universitario acogió ayer a 230 personas que llegaron no solo de Zamora, sino desde provincias como las vecinas Salamanca o Valladolid, pero también desde Palencia, Pontevedra, Vigo o Basauri. "Han llegado desde pequeños grupos de solo tres personas hasta asociaciones que llegan a 25 miembros", contabilizó la presidenta, quien se mostró "más que satisfecha" con la décimo tercera edición de este encuentro, que ya es todo un "clásico" de las fiestas de septiembre en la capital.

"Este éxito demuestra que los bolillos tienen todavía mucho recorrido", agradeció Macías. Una tradición que se ha sabido mantenerse e incluso en muchos casos recuperarse. Y que no solo gusta a los que la practican, sino también al público en general, ya que fueron muchos los zamoranos que se acercaron durante toda la mañana a ver "en directo" cómo trabajan las encajeras con la almohadilla y los bolillos.

Tras el encuentro, como cada año, los participantes disfrutaron de una comida de hermandad antes de dar por concluida la jornada de costura. "Es una iniciativa muy activa y que siempre tiene respuesta por parte de los aficionados de distintas provincias, lo que nos alegra mucho", agradeció la presidenta de la asociación zamorana.

El éxito también se ha extendido a la exposición que desde el lunes se ha abierto en la sede de la Real Cofradía del Santo Entierro. En menos de una semana, el número de visitantes ha superado las 1.400 visitas. Una cifra que se podrá incrementar, ya que la exposición permanecerá abierta hasta el lunes.