Fueron tan solo cuatro minutos, según fuentes de Iberdola, o algo más, según algunos viandantes, pero el apagón que se produjo hacia las once y cuarto de la noche del miércoles fue de aúpa: dejó sin luz a media provincia. No es un decir, Iberdrola calcula que fueron 84.000 los usuarios afectados por el apagón, cuando tiene en torno a 160.000 en todo Zamora.

Esa noche se quedaron sin luz localidades tan dispares y pobladas como Zamora capital, Toro, Piñuel de Sayago, Coreses, Villaralbo, Morales o Moraleja del Vino. Sin embargo, la central de incidencias de Iberdrola no registra ni una sola llamada de los usuarios, debido a que el problema se solventó muy rápidamente: el 78% de los abonados volvía a tener luz en dos minutos y el 100% en cuatro. Hay quien asegura que el alumbrado público tardó bastante más tiempo en recuperarse.

El problema estuvo en que una de las dos líneas de muy alta tensión (220 kilovoltios) de Red Eléctrica Española que alimentan la subcentral de Iberdrola en las proximidades de Zamora estaba sin suministro debido a tareas de mantenimiento. Y justo falló la otra, con lo que por unos instantes la subcentral, la instalación que reduce la energía mayorista de alto voltaje para que pueda ser utilizada en domicilios e industrias, dejó de funcionar.

Por otra parte, Aquona cambiará por la vía de urgencia 104 metros de la tubería principal que reventó en la zona del pabellón Ángel Nieto. Nueve edificios se quedaron sin agua y tienen servicio gracias a una instalación provisional, lo mismo que el pabellón Ángel Nieto, también afectado por el reventón. La avería afectó al Centro de Salud Santa Elena, si bien en este caso enseguida se habilitó un suministro adicional a través de una boca de riego de jardines. El reventón se produjo en una tubería antigua, que estaba previsto sustituir.