Sus primeras letras se las enseñó Maruja Rodrigo Hurtado cuando tenía cinco años. Entre las primeras lecturas de Jesús Hilario Tundidor figuran los tebeos, entre ellos una versión de Macbeth, Robison Crusoe o las piezas teatrales de Lope de Vega. Años más tarde salva de quemar en la caldera de la biblioteca de su Zamora natal varios libros de Nietzsche.

Cursó estudios de Magisterio y de Historia y, profesionalmente, se ha dedicado a la docencia. Su primer destino fue Olmillos de Castro, población donde ejercía cuando le concedieron el premio Adonáis en 1962 por «Junto a mi silencio». Todavía ayer el poeta recordaba que «fue mi mujer quien lo envió. Yo desconocía que lo hubiera presentado».

Tras este poemario vendrían «Las hoces y los días», «En voz baja», «Tetraedro», «Libro de amor para Salónica» y otros títulos hasta el doble volumen que reúne su poética de 1960 y 2008, «Un único día», que «es, para el verdadero creador, el día en que vive, el día que está creando. El creador, realmente cuando vive es cuando está en la fatalidad suya, de su arte, y que tiene que realizarlo. Ése es el único día», ha declarado en varias ocasiones el zamorano galardonado ayer con el Premio Castilla y León de las Letras 2013.

Jesús Hilario Tundidor mima cada uno de sus poemarios lo que provoca que en algunas ocasiones haya tardado hasta una década en publicar un nuevo libro. Sus versos han sido traducidos al francés, inglés, portugués, italiano, rumano y neerlandés.

Desde hace años reside en Madrid, aunque ha vivido en varias capitales españolas que han empapado su obra, como Zamora, donde ayer muchos fueron los amigos que se alegraron por el logro de este merecido reconocimiento.

Su creación poética ha centrado trabajos de especialistas, exposiciones, un libro-disco así como innumerables jornadas y homenajes entre los que figuran el brindado por la Fundación Científica Caja Rural, «El corazón de la palabra. Homenaje a Jesús Hilario Tundidor» en el VI Encuentro de Poetas Hispanoamericanos en diciembre de 2003 en Salamanca, o «Las voces y los libros de Jesús Hilario Tundidor», promovido por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, en Zamora en 2005.

En los últimos años Hilario Tundidor ha mantenido en Zamora encuentros literarios con estudiantes de Secundaria y con universitarios. Así su visita más reciente a su ciudad natal ha sido para participar en el club de lectura que impulsa el Campus Viriato, acto en el que se estrenó una obra para violonchelo escrita para uno de sus poemas. Además estos días puede profundizarse en la poética del zamorano en la muestra abierta en la recepción de Magisterio.

Poemario

Río Oscuro (1960)

Junto a mi silencio (1963).

Las hoces y los días (1966).

En voz baja (1969).

Pasiono (1972).

Metal ya burilado (1973).

Tetraedro (1978).

Libro de amor para Salónica (1980).

Repaso de un tiempo inmóvil (1982).

Mausoleo (1988).

Construcción de la rosa (1990).

Tejedora de azar (1995).

Las llaves del reino (2000).

Libro de amor para Salónica (2005).

Toda la memoria (2006)

Viento de octubre (2007)

Fue.

Un único día. Poesía 1960-2008; (2010).

Inventario de Jesús Hilario Tundidor

Antologías

Lectura de la noche (1990).

Mundo ahí (1999). Selección de poemas de la primera época.

Elegía en El alto de palomares (2001).

Un paso Atrás (2003). Estudio preliminar de Gabriele Morelli.

La Tierra que más amo (2003)

Toda la memoria (2006)

Nada sabe la noche (2009). Cuadernos del Boreal nº 5. Liminar de Javier Pérez Walias, IES «Universidad Laboral», Cáceres.

La fertilidad de los vocablos (2013). Cuadernos del Laberinto, Madrid.

*El poeta zamorano además cuenta con varias ediciones no venales y numerosos ensayos.