Familiares y amigos dieron ayer el último adiós al óptico optometrista zamorano Pedro Manuel López Martínez, uno de los profesionales del sector más conocidos de la ciudad. La céntrica iglesia de San Torcuato, próxima a su negocio en la plaza de Castilla y León, acogió a todos aquellos que se quisieron despedir de él, entre ellos sus tres hermanos y sobrinos, que también acompañaron al féretro hasta el cementerio municipal de San Atilano.

Dueño de Óptica Lux, Pedro Manuel López Martínez seguía en activo a pesar de sus 79 años, lo que demuestra la vitalidad con la que se encontraba, haciendo siempre gala de su exquisito trato con los clientes que acudían a las revisiones periódicas, graduarse la vista o comprar unas gafas.

Viudo desde hacía varios años de su mujer Manuela Peláez Carvajal, todos los que le conocían destacan ante todo su amabilidad con amigos y clientes y su carácter inquieto, además de su pasión por viajar. Óptica Lux es uno de los negocios más emblemáticos de la capital, que lleva décadas al servicio de los zamoranos y que siempre ha estado ubicada próxima a la calle Santa Clara.