Protagonista del mes de octubre en el calendario 2014 de la delegación zamorana de la Asociación Española Contra el Cáncer junto a su marido e hijas, modelo de lencería en el desfile anual de la asociación, o corredora sin descanso en la última edición de la Carrera del Cáncer por las calles de la capital. Rosa Carricajo ha sabido convivir con una enfermedad que le detectaron hace dos años en el pecho, pero que ha sido incapaz de paralizarla. «Es la madre más fuerte del mundo, ella ha sido la que más nos ha apoyado al resto durante todo el tratamiento», asegura su hija mayor, Amara López, de 26 años.

Precisamente su hija la ha convertido ahora en la heroína de un libro, «Memorias de un ángel», en la que han colaborado amigos y familiares para devolver una parte de esa fuerza que ella ha sabido repartir en todos estos meses.

Fue la propia Rosa Carricajo quien un día reconoció en casa que su vida daba «para escribir un libro». Ese fue el punto de partida desde el que su hija se puso manos a la obra. «Comencé a recabar información de todo el mundo, a preguntar e informarme sobre la vida de mi madre desde la infancia para escribir una auténtica biografía», explica la autora. Desde su hermana pequeña Inés, de doce años, hasta su padre Juan José López, pasando por tíos, abuelos, vecinos, amigos y demás familiares, todos aportaron su granito de arena a la obra.

El resultado es un volumen de 130 páginas en las que se narra la vida de Rosa Carricajo y se completa con fotografías de diferentes etapas de su vida y una última parte en la que los más allegados le dedican unas palabras de su puño y letra, junto a su transcripción. «El libro lo he hecho a raíz de su enfermedad, pero mi madre siempre ha sido una persona muy fuerte y amiga de sus amigos. Ha merecido mucho la pena todo el esfuerzo que hemos puesto en este libro».

Este trabajo merecía una presentación especial, por lo que la autora decidió que la entrega fuera en Navidad, «cuando es más fácil reunir a la gente». De esta manera, el viernes se acercaron a un bar un buen grupo de personas que decoraron el establecimiento antes de que entrara ella con su marido, con la excusa de celebrar juntos su aniversario de bodas, que era ese mismo día. La sorpresa fue mayúscula cuando se encontró allí con tantas personas conocidas y la emoción aumentó cuando se le hizo entrega de este regalo único.

La protagonista recuerda ahora con cariño el «engaño» de su hija, que en un principio le hizo creer que estaba inmersa en un trabajo de la carrera para obtener información sobre su vida. «Ella volvió de Cádiz, donde llevaba viviendo cinco años, cuando se enteró de mi enfermedad, porque quería cuidarme», agradece.

«Se merece este libro y mucho más, por todo lo que ha pasado», sentencia Amara, quien define a su madre como una auténtica luchadora. «Ella no para desde que se levanta a las cinco de la mañana hasta que vuelve a casa por la noche, porque tiene varios trabajos», explica.

Las últimas revisiones han traído buenas noticias así que Rosa Carricajo tiene, ahora más que nunca, otra razón más para seguir iluminando a los suyos con su gran sonrisa.