Ni las numerosas llamadas a familiares y amigos, ni la recopilación de dedicatorias y fotografías de diferentes épocas ni la maquetación del libro. Lo más complicado para la autora de «Memorias de un Ángel» ha sido «mantener el secreto durante tres meses», el tiempo que ha tardado Amara López en dar forma a esta obra.

Y es que hay que tener en cuenta que el secreto no solo lo tenía que guardar ella, sino todos los amigos y familiares que estaban colaborando en este trabajo, aportando tus viviendas, imágenes y agradecimientos en torno a la homenajeada, Rosa Carricajo. «Era fácil que a alguno se le pudiera escapar algo, porque convivimos con ella, pero al final lo logramos», subraya la joven.

Un misterio que quedó desvelado de la mejor manera posible, con la presencia de muchos de los participantes en este libro dándole a Rosa lo que, sin duda, ha sido la sorpresa de su vida.