Esta temporada de rebajas ha sido la primera en la que se ha aplicado la nueva normativa que permite a los comercios adelantar los periodos de promociones e incluso ofrecerlos cuando se estime más conveniente sin las limitaciones de las dos temporadas de rebajas que tradicionalmente han existido.

Desde Azeco destacan que este ha sido un año «de tránsito» en lo referente a la liberalización de los periodos de rebajas y auguran que será en próximas campañas cuando «se empiece a notar el efecto de que cada comercio puede ofrecer descuentos sin atenerse a un periodo concreto».

Sin embargo, «la tradición ha sido más fuerte» que la nueva norma, indican desde la asociación de comerciantes. «El comercio atiende mucho a costumbres y percepciones, y la gente tiene asimilado que en los meses de enero y febrero es cuando hay más descuentos», apuntan, por lo que «se han respetado los hábitos de consumo» por parte de la mayoría de los pequeños establecimientos de la ciudad.

No obstante, los pequeños comerciantes piensan que esta nueva normativa ha sido dañina en términos de facturación durante el mes y medio de rebajas que ya ha pasado. «Mucha gente compró en rebajas antes del ocho de enero», argumentan algunos comerciantes. Hay que recordar que la mayoría de las grandes cadenas de textil comenzaron a ofrecer promociones bastante agresivas durante el mes de diciembre.