La Consejería de Fomento y Medio Ambiente y la Guardia Civil han reforzado la lucha contra la economía sumergida y el intrusismo profesional, lo que permitido denunciar a 2.023 vehículos e inmovilizar a 99 durante el año pasado.

Los servicios de inspección y vigilancia de la Junta tratan de desterrar las malas prácticas en el transporte, un sector que sufre las consecuencias de la subida de los precios del combustible y la caída de la actividad económica. Algunos profesionales han empezado a optar por prácticas que tratan de reducir costes de manera fraudulenta, lo que según Fomento distorsiona el mercado y altera los precios.

En términos regionales hubo 19.000 denuncias por estos temas durante 2012, según los datos difundidos por la agencia Ical. 2.825 de estos vehículos, entre mercancías y viajeros, circulaban sin la autorización correspondiente. Además, para combatir la competencia desleal en el sector se han puesto 9.300 denuncias por no respetar los tiempos de conducción y descanso y 2.724 más por llevar más carga de la permitida en el vehículo.