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El valor de las horas compartidas

El banco del tiempo de Zamora supera el centenar de socios y está inmerso en la apertura de su primera delegación provincial en la zona de Sanabria

El valor de las horas compartidasFoto L. O. Z.

Ha pasado año y medio desde que un grupo de emprendedoras quisieron trasladar a Zamora el espíritu del banco del tiempo, una iniciativa en la que el dinero traspasa su valor material a los minutos que se donan para compartir experiencias y compañía con otras personas. Los resultados «son más que satisfactorios», según afirma su presidenta, Teresa Fuentes. En estos primeros 18 meses de vida, el banco del tiempo de Zamora ya tiene 110 socios, ha compartido más de seiscientas horas y se encuentra inmerso en un nuevo proyecto: poner en marcha una delegación en la zona de Sanabria.

«Nuestra valoración es muy positiva, los objetivos del banco se han cumplido y estamos muy contentos», asegura su presidenta, inmersa ya en los preparativos de la primera sucursal en la provincia. Todo surge a raíz de un anuncio que el banco del tiempo de Zamora puso a través de su página de Facebook, para pedir un ordenador. «Fue una chica de Sanabria quien nos lo donó y además pidió información para poder trasladar el espíritu del banco del tiempo a su zona. La gente que se interesa por el proyecto tiene el mismo entusiasmo que nosotros, le interesa también el intercambio, recuperar algo que se hacía de manera innata hace décadas y que se ha perdido. Nosotros lo que intentamos es encauzarlo de alguna manera», explica.

Fruto de esta filosofía ya se han registrado un total de 613 horas compartidas, intercambios tanto individuales como en forma de talleres, una de las nuevas modalidades del banco, donde una persona comparte sus conocimientos con el resto del socios. Desde reiki hasta charlas sobre colesterol, pasando por clases de cocina o conversación en inglés. Al conferenciante se le ingresa en su cuenta personal el tiempo que ha invertido tanto en organizar el taller como en impartirlo después.

A estos intercambios también hay que añadir las cerca de doscientas horas de paseos y excursiones que se han realizado, una manera amena y diferente de poner en contacto a personas que se convoca dos viernes al mes. «Siempre se realizan según las demandas de los socios, se trata de algo muy vivo y que se mueve según las necesidades de la gente», explica la presidenta.

No solo el tipo de intercambios se ha incrementado, sino también la variedad de sus socios. Mientras que en un principio la mayoría de sus miembros era mujeres de mediana edad, las últimas incorporaciones son gente joven de ambos sexos, una circunstancia de la que se alegran «porque siempre es bienvenido un punto de vista más fresco, diferente. Sí, se está apuntando gente mucho más joven y eso nos gusta», señala Teresa Fuentes.

Desgraciadamente, la crisis también llega a estas iniciativas altruistas y la falta de apoyo por parte de instituciones como el ayuntamiento, del que todavía no han recibido una respuesta tras la reunión mantenida hace meses, ha obligado a la organización a poner una pequeña cuota de diez euros anuales a los socios para poder hacer frente a los gastos de la asociación en teléfono e Internet. «El equipo directivo lo estaba notando en sus propios bolsillos así que esta ha sido la solución, aunque de manera puntual, mientras pensamos en otras opciones» subraya Teresa Fuentes. Aun así, desde el banco del tiempo ya se han reducido gastos, por ejemplo en papel. «Ahora todo lo hacemos a través de Internet y quien quiera contactar con nosotros, puede escribir a nuestro correo electrónico (bancodeltiempozamora@gmail.com) para concertar una cita», sugiere. Este primer contacto con la asociación también se puede hacer en persona en la oficina que tienen adjudicada los jueves en La Alhóndiga, en horario de 19.00 a 20.30 horas. Una intensa labor que tendrá su merecido descanso durante los meses de julio y agosto.

Quienes sí les han abierto las puertas «y estamos muy agradecidos» es la fundación Caja Rural, «quien nos facilitó las pasadas navidades un local y nos ha dicho que podemos contar con ellos». Además, el banco del tiempo de Zamora ha comenzado a colaborar con otras agrupaciones de la provincia, como son Sanagua Aspace Zamora, con la que van a colaborar prestando voluntarios y la asociación de lactancia materna Creciendo Juntos, que le solicitó hace poco un intérprete para una conferencia. «Desde el banco del tiempo se envía un correo electrónico a todos los socios para ver quién está interesado y, tras el intercambio, se le ingresa en su cuenta las horas invertidas. Luego entre las asociaciones ya haremos nuestras cuentas, pero siempre en forma de tiempo, nunca de dinero», recuerda.

Esta relación también es fluida con los bancos de otras ciudades. De hecho, existe un grupo en la red donde se mantienen en contacto continuo «para comunicaciones o resolver dudas de los que comienzan, porque es útil que te brinden un apoyo y sugerencias sobre los primeros pasos a seguir», explica.

Por último, Teresa destaca el carácter «abierto y vivo» del banco del tiempo, con una personalidad «que le otorgan los propios miembros. Estamos hablando de intercambio entre seres humanos, intentando mantener una mentalidad abierta y con respeto. Así es como funcionamos».

«Nos interesa el intercambio, recuperar algo que se hacía de manera innata hace años»

«Los nuevos socios, más jóvenes, aportan un punto de vista diferente, más fresco»

<Teresa Fuentes >

Presidenta del banco del tiempo

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