La figura política de Manuel Fraga Iribarne está siendo escudriñada con profusión por analistas de todo signo desde que se conociera la noticia de su fallecimiento. Don Manuel es una figura de gran peso en la política española, sobre todo en los últimos tiempos del franquismo, la transición y los inicios de la democracia, que conocía muy bien la provincia de Zamora, que visitó en numerosas ocasiones tanto para actos oficiales como privados. Inauguró el Parador en 1968, pregonó la Semana Santa en el 71, acudía asiduamente a cazar con su amigo el entonces presidente de la Diputación, Luis Cid, visitas que aprovechaba a veces para organizar alguna actividad política, como la de marzo de 1985 y recibió la Medalla del Mérito de la Cámara de Comercio en 2004 por el apoyo proporcionado al movimiento en favor del AVE a Galicia por Zamora, una de las facetas que más destaca también el Partido Popular provincial.

Una de las mayores realizaciones del político gallego fue sin duda la conversión del antiguo Palacio del primer Conde de Alba y Aliste en Parador Nacional de Turismo. El edificio lo había cedido la Diputación y, como recuerda Luis Cid, Fraga se había asegurado antes de empezar las obras de que los niños acogidos iban a ser reubicados en unas mejores y más modernas instalaciones, como efectivamente así fue con las del Colegio del Tránsito. El 29 de junio de 1968, en plenas fiestas de San Pedro, el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, inauguró el Parador, en presencia del subsecretario de la Presidencia de Portugal, José Venancio Paulo Rodrigues, los subsecretarios de Gobernación y Obras Públicas, el capitán general de la VII Región Militar, y el director general de Empresas y Actividades Turísticas entre otras autoridades.

El séquito había visitado Toro, antes de desplazarse hasta Zamora capital, donde acudieron a la corrida de feria, donde fueron aclamados por el público y los diestros les brindaron las faenas. A las ocho de la tarde, el obispo de la diócesis, doctor Martínez González, bendecía las instalaciones, mientras se sucedían los discursos en el patio del Parador: el alcalde, Venancio Hernández Claumarchirant, el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, Manuel Hernández Sánchez y por supuesto el ministro, que ensalzó la magnífica instalación hotelera levantada en lo que fue alcazaba de la ciudad, palacio del primer conde de Alba y Aliste y casa de hospicio. El Parador, dijo «puede ser una pieza importante para que esta zona pueda ser mejor conocida y pueda iniciarse definitivamente una progresiva apertura al fenómeno turístico internacional», señaló Fraga, quien ya mencionaba la apuesta por las relaciones con el vecino Portugal. El ministro visitó también al día siguiente Benavente, Santa Marta de Tera, Puebla de Sanabria, Ribadelago y San Martín de Castañeda, entre «entusiastas muestras de afecto».

Pocos años más tarde, en 1971, Manuel Fraga protagonizaba, en su condición de profesor universitario, el pregón de la Semana Santa de Zamora, el Domingo de Ramos, en el Cinema Arias Gonzalo, en presencia, entre otros del ex-ministro benaventano de Obras Públicas, Federico Silva Muñoz, entonces presidente de Campsa, o el presidente de la Junta pro Semana Santa, Marcelino Pertejo Seseña, al frente del Consejo Rector.

El propio Pertejo justificaba el nombramiento de Fraga en que, en su etapa como ministro, tuvo para con la Semana Santa zamorana «singulares atenciones, que en obligada compensación nos hicieron designarle consejero de honor de esta Junta, y en sencillo acto celebrado en el Museo de Semana Santa, tuvimos la satisfacción de expresarle nuestra gratitud e imponerle nuestro distintivo. Somos, como zamoranos, austeros en el homenaje, pero Fraga Iribarne lo había ganado por su intervención decisiva para que nuestra Semana Santa fuera dada a conocer por diversos medios de comunicación a toda España».

En el preámbulo del pregón el propio Fraga hacía un balance de su recorrido por las tierras de Zamora: «Un día me tocó exponer en Corrales del Vino la esperanza siempre viva de esa España renovada, otro día presidir una de nuestras asambleas de turismo, en días felices tuvimos inauguraciones inolvidables en Zamora o Sanabria o puesta en marcha de obras en Benavente. Planteada quedó la Vía de la Plata entre los proyectos que han de sumarse para revitalizar nuestros territorios del Oeste».

Luis Cid conoció bien a Fraga y lo define como «el ser más inteligente, mejor político y mejor persona que he conocido en mi vida. Yo trabajé bastante con él no solo en la junta directiva nacional sino en el consejo político del partido, Alianza Popular, en Madrid. Teníamos buena amistad y afecto. Venía por lo menos una vez al año a Zamora, a cazar, y se alojaba en el Parador». En ocasiones se aprovechaba para celebrar algún acto político en el partido. Una de ellas fue en 1985, como presidente de Alianza Popular. Era un domingo, 10 de marzo, y Fraga abarrotó el cine Barrueco y el Círculo de Recreo de Toro, donde pronunció sendos mítines, además de reunirse en el Colegio Universitario con la junta directiva provincial de Alianza Popular. En las fotos de ese día se puede ver a un joven José María Aznar, entonces diputado por Ávila, quien en 1987 llegaría a presidente de la Junta de Castilla y León y después a presidente del Gobierno.

Luis Cid destaca que Fraga no era «un político al uso. Parecía muy lejano, pero cuando entrabas a conocerle era muy íntimo y personal era completamente distinto en su manera real de ser de la imagen que transmitía. Siempre estaba pendiente de las personas que dependían de él».

Precisamente este trato humano es el que recuerda del presidente de la Cámara de Comercio, Manuel Vidal, del entonces presidente de la Xunta, cuando le propuso la concesión de la Medalla de Mérito, en 2004, por su apoyo al AVE por Zamora, que promovían varias instituciones en la plataforma que lideraba, y aún lidera, Manuel Crespo. El PP de Zamora, en la nota enviada para lamentar la pérdida del fundador del partido, reconoce a Fraga como «uno de los principales artífices de que el trazado del Tren de Alta Velocidad hacia Galicia pase por la provincia de Zamora. Por ello, el Partido Popular de Zamora siempre estará agradecido a Manuel Fraga como el "conseguidor" del AVE para la provincia.». Vidal cree que el trabajo de la plataforma y el peso político de Fraga y la Xunta influyeron en el trazado del AVE, pero la decisión final vino dada por los datos objetivos: la ruta por Zamora es la más corta y rentable.