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Bienvenido Martín Fraile

«Hay que transmitir a los futuros maestros los modelos educativos del pasado»

«Zamora es la única provincia de España con magníficas personalidades de la historia pedagógica, como Claudio Moyano, Pablo Montesinos, Santiago Alba o Antonio Álvarez»

«Hay que transmitir a los futuros maestros los modelos educativos del pasado»Foto David Rodríguez

Auténtico apasionado de la historia de la educación, el profesor de Magisterio Bienvenido Martín Fraile disfruta ahora de haber conseguido hacer realidad su sueño: crear un Museo Pedagógico en el campus Viriato de Zamora. Un logro que verá la luz el próximo curso y que no se olvidar de compartir con todos los que le han ayudado durante este largo camino.

-¿Cómo arranca esa iniciativa de crear un Museo Pedagógico en Zamora?

-Soy profesor de Historia de la Educación y siempre me había apasionado el material escolar. Cuando llego a Zamora una de las actividades que organizo con mis alumnos desde el principio son pequeños trabajos de investigación, ya sea un estudio sobre la escuela de su localidad, recordar el paso por su infancia allí o que entrevisten a algún maestro. Con los trabajos, los alumnos no sólo introducen fotografías, sino algún que otro utensilio.

-Y ahí comienza su particular aventura.

-Es ahí cuando descubro que hay mucho material escolar y que todavía se podría recuperar e, incluso, llegar a confeccionar mi gran idea e ilusión, que era tener un museo pedagógico.

-¿Cuál es la primera impresión con la que se encontrará el visitante al entrar en este museo?

-A la entrada del museo se encuentra un cartel que reproduce la estatua del maestro que hay en la plaza de Zamora. Es de la pocas ciudades en España que poseen este homenaje al maestro y yo lo introduzco indicando a los visitantes qué es lo que van a ver.

-¿La facultad de Magisterio de Zamora era la mejor ubicación posible para este museo?

-Indudablemente. Zamora es la única provincia española que ha tenido a lo largo de la historia de la educación magníficas personalidades representativas en este ámbito, como Claudio Moyano, Pablo Montesinos, el ministro de Instrucción Pública antes de la Segunda República Santiago Alba o maestros de la talla de Antonio Álvarez, el creador de la enciclopedia Álvarez, con la que estudiaron ocho millones de españoles.

-Además, es su lugar de trabajo desde 1998.

-Sí, y aunque la mayoría del material es mío, otra parte procede de la provincia de Zamora, ya sea de escuelas, personas anónimas o alumnos que me lo han dado. Está claro que no se podría ubicar en otro sitio. Por otra parte fue la Escuela de Magisterio el único centro que me aportó espacios para ello, así que tenía todo el derecho a fuera aquí donde se ubicara el museo.

-¿Con qué espacio se cuenta en la actualidad?

-De momento tenemos dos aulas totalmente equipadas con material de la época, el despacho de secretaría donde se recopilan y clasifican las piezas y otro aula como lugar de trabajo de los alumnos.

-Es un museo pensado para un gran abanico de público.

-Podrán aprovecharse de él desde los propios profesores de la Escuela de Magisterio hasta los alumnos de este y otros centros, estudiantes de segundo y tercer ciclo, de la Universidad de la Experiencia y público en general.

-Entonces se trata de un proyecto muy ambicioso.

-Ante todo, queremos que sea un lugar de docencia, donde podamos desarrollar diferentes cursos. Pero que sea también un lugar para la investigación histórica escolar en tres ámbitos: el material, el escrito y el oral. Y queremos que sea un lugar de encuentro, de exposiciones y de reuniones científicas.

-De momento, el centro cuenta con la exposición de un aula republicana y otra franquista. ¿Está en sus planes ampliar el número de aulas en un futuro?

-Sólo existen esas dos clase porque no tenemos más espacio, pero perfectamente podremos ampliar a otros periodos educativos, porque el material lo tenemos guardado o sabemos dónde encontrarlo.

-¿En qué otras aulas está pensando?

-Desde principios del siglo XX, en el periodo de la dictadura de Primo de Rivera, e incluso ampliar a partir de 1975 para abarcar todo el periodo desde la EGB hasta la implantación de la LOGSE, porque tenemos ya todo el material. Este es mucho más fácil de encontrar porque se acerca más en el tiempo.

-¿Cuál es el periodo con el que ha tenido más dificultades para localizar material?

-Los dos periodos que hay ahora mismo en el museo, porque hay muy pocos objetos, la mayoría han ha desaparecido o la gente que los tiene no los quiere donar. Espero que a partir de esta iniciativa las personas que tengan algo crean en esta idea y reconozcan que el mejor sitio para custodia y preservación va a ser este lugar y lo van a traer antes de que desaparezca. Este es el mejor lugar también para que las futuras generaciones investiguen estos periodos históricos.

-¿De dónde se ha conseguido el material?

-Abrimos la geografía a toda España, por lo que tenemos desde cuadernos de Canarias por alumnos que han estudiado aquí, material de mi tierra, en Cáceres y objetos de Castilla La Mancha, León, Zamora, Salamanca e incluso de Galicia.

-¿Hay alguna pieza a la que le tenga especial cariño?

-Sin duda, el primer cuaderno de rotación que conseguí, de 1953. Para mí fue una ilusión tremenda y lo guardo como oro en paño. Me lo trajo un alumno porque era de su abuelo, que fue maestro en Ayoó de Vidriales. También le tengo cariño a un cabás hecho con una lata de membrillo y a un calentador fabricado con un bote de conserva. Todos ellos son materiales que transmiten el valor de la educación.

-¿Hay alguna época más fructífera o interesante?

-Quizá la Segunda República, porque son muchas innovaciones técnicas las que se introducen en la escuela de ese momento, procedentes de Europa y de la Escuela Libre de Enseñanza, que empieza a transformar la educación española.

-¿Se dio entonces un paso atrás en la educación con la Guerra Civil?

-No, simplemente es otro modelo totalmente diferente el que surge en esa época, con otras connotaciones políticas distintas.

Cabezuela del Valle (Cáceres), 1960

Nacido en pleno Valle del Jerte, tras estudiar Bachillerato se graduó en Magisterio por la Universidad Laboral de Cheste (Valencia) y comenzó a trabajar en Salamanca, en la enseñanza privada, en el colegio de Los Escolapios durante 17 años, al tiempo que se doctoraba en Pedagogía por la Universidad de Salamanca, con premio extraordinario. Sus comienzos en la Escuela de Magisterio de Zamora se remontan a 1998. En la actualidad, importe clases de Teorías e Instituciones Educativas Contemporáneas en el campus Viriato y, desde 2007, es el director del Museo Pedagógico, proyecto por el que ha apostado desde hace más de diez años.

-Además de la conservación del material escolar de tiempos pasados, otro objetivo de este Museo Pedagógico es la investigación.

-A través de las tres asesorías que se van a formar, queremos investigar materiales, recursos pedagógicos y utensilios que se han utilizado en la escuela. Los manuales escolares, mapas, esferas, láminas, también tienen cabida. El objetivo es saber cuál ha sido su utilidad y cómo ha revertido académicamente. A través del análisis y estudio de los cuadernos, por ejemplo, se puede conocer la historia de la escuela y los sentimientos y vivencias de los alumnos.

-¿Hay algún otro proyecto para ampliar este amplio espectro?

-Queremos conseguir un museo virtual del docente, donde podamos recoger bases de datos de maestros que han dedicado toda la su vida a esta profesión y enseñar a las futuras generaciones, transmitir así valores sociales. Queremos aprender de ellos para transmitirlo a los alumnos de Magisterio, con sus métodos, estrategias y recursos, cómo lo usaban y aplicaban. Un ejemplo de todo esto sería Herminio Ramos, amigo y colaborador, del cual se puede aprender mucho.

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