El premio de investigación de la Fundación Científica de Caja Rural y la Universidad de Salamanca dará un espalzarazo a la creación de un sistema informático que, una vez desarrollado, permitirá determinar los parámetros de calidad del Chorizo Zamorano mediante visión artificial. El grupo de profesores de la Escuela Politécnica de Zamora coordinado por María Luisa Delgado, del Departamento de Informática, se encargará de ponerlo en marcha antes de un año. Será entonces cuando los industriales locales podrán evaluar el «software» y valorar su implantación.

La idea, dentro del interés de la Fundación Científica de impulsar proyectos con una marcada aplicación práctica, puede ser importante para la Politécnica. Así lo reconocía el vicerrector de Investigación de la Universidad de Salamanca, Fernando Barrio, quien explicaba que «si esto sale adelante, se desarrollará un programa informático cuya patente se podrá utilizar para otras muchas cosas».

La idea principal de proyecto consiste en el análisis de imágenes del producto —en este caso el chorizo de la marca de calidad zamorana— para determinar su calidad mediante visión artificial. La idea no es nueva, pero sí la aplicación a un producto de las características del embutido local. «La visión artificial se lleva implementando desde hace varios años, por ejemplo, en la Universidad de Vigo para temas de pescado», informa el profesor Jesús Ángel Román, quien razona que «se ha visto que funciona y se puede aplicar a otros productos».

Este docente propuso la citada aplicación y el equipo liderado María Luisa Pérez, formado por un total de nueve profesores, será quien lo lleve a cabo. La coordinadora profundiza en la premiada idea. «Tenemos que encontrar regularidades en las imágenes a partir de un análisis de una serie de muestras. Una vez que la red está entrenada, cogemos nuevos productores que quieran adherirse y pasamos a analizar sus muestras», concluye.

Esto es. Primero se entrena lo que los profesores llaman una red neuronal en la que figuran los principales estándares de calidad que se pueden extraer a través de las imágenes. Esa información se aplica a muestras de nuevos productos y se ve en qué grado coinciden o disienten. El nuevo chorizo podrá o no ajustarse a ese estándar de calidad.

Habitualmente, este proceso lo realizan técnicos especialistas. Entonces, ¿cuál es el beneficio? Lógicamente, según razonan los responsables, las máquinas eliminan cualquier error humano, lo que mejora la calidad del proceso y, sobre todo, su velocidad. «Los expertos pueden equivocarse, pero una máquina no va a tener fallos. La máquina es más rápida que el ojo humano. Se busca esa velocidad de progreso», argumenta Jesús Angel Román.

Obviamente, el programa informático que se obtenga sólo podrá analizar aquellas características del chorizo que se desprendan del análisis de la imagen. «Las imágenes no sustituyen otro tipo de aspectos que entran dentro de la calidad, como el gusto o el aroma», explica Margarita Morán, directora de la Politécnica, quien especifica que «hay nariz artificial para ello a través de los paneles de cata».

Tanto Morán, como Fernando Barrio o el propio presidente de la Fundación de Caja Rural, José Miguel Diego, alabaron la idea escogida, que desbancó a la otra candidata para hacerse con la dotación económica que permitirá llevar a cabo el proceso de desarrollo del programa.

Interés entre los industriales por la idea, pero sin dinero para apoyarla

Es una frase manida, pero no pasa de moda. La investigación carece de los medios oportunos para su desarrollo en las mejores condiciones. Así lo reconocen los impulsores de «Aplicación de redes neuronales o artificiales y visión artificial para avalar la marca de garantía del chorizo zamorano», el proyecto apoyado por Caja Rural y la Universidad de Salamanca en los premios de este año. De un lado, los responsables aseguran cierto interés por parte de los industriales de Zamora con los que han contactado. «Es cierto que se han interesado, pero no hasta el punto de poner dinero para el proyecto», sostiene María Luisa Pérez, la coordinadora. Cuando tengan listo el «software», será el momento de presentarlo para que valoren «si pueden rentabilizar la inversión que conlleva».

De otro lado, sostienen que, aunque su idea ha sido premiada y podrá ponerse en marcha con la dotación económica consignada, «nunca es suficiente y hay que aguantarse con lo que hay». Así lo ve Jesús Angel Román, uno de los miembros del equipo. «La investigación tendría que tener más recursos en cuanto a ideas innovadoras», sostiene.

Compra de equipo

Así, el presupuesto se irá a, en buena medida, a sufragar la compra de una cámara, necesaria para la obtención de las imágenes con las que luego trabajará el programa informático en ciernes.

En todo caso, este grupo de docentes del departamento de Informática, lejos de agudizar la crítica, se muestran satisfechos, como lo demuestra la propia coordinadora. «Este tipo de proyectos de la Fundación suelen ir a grupos muy vinculados al área agroalimentaria. Al ser del área de informática, estamos más contentos aún, porque podremos conjugar las dos cosas y así decir que los de informática también estamos en el campus», concluye María Luisa Pérez.

RED NEURONAL

El concepto de red neuronal se basa en el análisis visual de determinada cantidad de muestras. En este caso, busca obtener un estándar numérico de calidad del producto para constrastarlo con posteriores muestras de producto.

Sólo visual

El programa informático sólo determinará las características que se obtengan mediante la imagen. Quedan al margen otras que también intervienen en la calidad, como las que afectan al olfato y al gusto, que todavía realizan en exclusiva los profesionales.