Ni un respiro tuvieron ayer los bomberos de la capital, que intervinieron en una docena de incendios encadenados que se sucedieron en todos los barrios de la ciudad entre las 12.00 y las 19.00 horas a consecuencia de una actuación intencionada de uno o varios presuntos pirómanos que en las dos últimas semanas han prendido fuego en rastrojos y pajas de la capital.

Cabañales, Pinilla, La Alberca, San José Obrero, Vista Alegre, Los Bloques, la carretera de Salamanca y la avenida de Cardenal Cisneros a la altura del Sancho fueron algunos de los puntos donde los agentes intervinieron hasta en tres ocasiones consecutivas en un mismo lugar. Los bomberos se vieron colapsados ante las continuas alertas hasta el punto de tener que pedir la colaboración de Medio Ambiente.

A las 12.00 tuvo lugar la primera salida en la carretera de Fermoselle y, desde ese momento, los bomberos no tuvieron tregua. Aunque no hubo que lamentar daños materiales ni personales, varias casas cercanas a los numerosos focos corrieron peligro sin que finalmente se vieran afectadas. En total, los bomberos del parque de la capital calculan que han ardido cerca de diez hectáreas de rastrojo, hierba y paja. Algunos de los agentes más veteranos comentan a modo de anécdota que «es la primera vez que ocurre algo así en Zamora», apunta uno de ellos después de la acelerada jornada en la que «no hemos tenido tiempo ni de comer», apunta uno de los profesionales.

Según las primeras investigaciones, todo apunta a que un mismo individuo o individuos son los responsables de todos los fuegos producidos en las últimas semanas. Se trataría de una persona que se mueve por la ciudad con rapidez en el interior de un coche desde el cual arroja cerillas que provocan los incendios. La Policía Nacional investiga las causas de los focos e intenta identificar a los presuntos autores de los incendios aunque desde la Subdelegación del Gobierno consideran «prematuro» hablar de un pirómano hasta conocer más detalles sobre la actuación.

Además de la intensiva actuación de los bomberos de la capital, una pareja de la Guardia Civil apagó improvisadamente un pequeño foco en uno de los accesos a Pinilla mientras que otros dos policías municipales, con la ayuda de un ciudadano que utilizó una manguera de su casa, sofocaron otras llamas junto a la urbanización de Vista Alegre.