La hostelería zamorana celebra el fin de una Pasión con la ocupación al 100%

Los bares y el ocio nocturno notan un incremento de la actividad en el Sábado Santo, cuando solía decaer la presencia de gente en las calles

La Plaza Mayor llena de gente para el vermú del Domingo de Resurrección.

La Plaza Mayor llena de gente para el vermú del Domingo de Resurrección. / Ana Burrieza

Luis Garrido

Luis Garrido

La hostelería zamorana tenía grandes expectativas puestas en la Semana Santa y el resultado final no ha defraudado. Los hoteles de capital y provincia han registrado un lleno absoluto durante los días grandes y tanto la restauración como el ocio nocturno han disfrutado de una serie de jornadas que servirán para desahogar la complicada situación por la que atravesaba el sector debido al incremento de los costes. La mejora respecto a años anteriores es palpable, especialmente el Sábado Santo. Y es que, en contra de lo que suele ocurrir históricamente, en este ejercicio 2023 apenas ha habido altibajos de visitantes, lo que ha servido para mantener esa buena tendencia sostenida desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección.

La Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería (Azehos), que engloba a profesionales de alojamientos, restaurantes, ocio nocturno, bares y cafeterías, ha realizado un balance más que positivo de la recién terminada Semana Santa. Su presidente, Óscar Somoza, ha reconocido a este periódico las buenas sensaciones que deja la Pasión en un sector que necesita como nadie la ansiada recuperación pospandemia que no termina de cuajar. "Evidentemente, la capital ha capitaneado los buenos datos, pero también las zonas turísticas como Toro, Arribes y Sanabria han estado al cien por cien de ocupación durante los días grandes", ha expresado.

La provincia al completo ha podido disfrutar de la llegada de visitantes y retornados para consumir en los establecimientos. Si acaso, en Benavente ha sido menor la afluencia, aunque también con picos puntuales. De acuerdo con los datos que maneja la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería, entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección ha habido lleno en los alojamientos de prácticamente todo el territorio, lo que se traduce en una inyección económica muy importante para quienes se dedican al sector.

Público asistente a la procesión de la Vera Cruz. | Jose Luis Fernández

Público asistente a la procesión de la Vera Cruz. | Jose Luis Fernández / Luis Garrido

Junto a los hoteleros, los empresarios de restauración, bares y ocio nocturno están satisfechos con el desarrollo de la última Semana Santa. "Se ha ganado mucha gente el Sábado Santo respecto a otros años", ha indicado Somoza en declaraciones a este diario. "En Zamora, tradicionalmente, la gente se marchaba después del Viernes Santo y se quedaba esto al 60% de ocupación, pero este año hemos seguido al cien por cien", ha añadido. "Francamente, podemos estar contentos de que ha ido muy bien a lo largo de toda la semana; el lunes y el martes algo más flojo, pero el resto totalmente bien", ha defendido el representante de Azehos en el habitual balance realizado una vez concluidas las jornadas clave de la Pasión.

La abundante llegada de gente se ha traducido en buenos resultados económicos, aunque con menor rentabilidad que durante otros años. "Nuestros precios han subido menos que los costes, por lo que ahí se encuentra esa diferencia", ha manifestado el presidente de la patronal de la hostelería zamorana. Una cuestión que incidirá también en el futuro más inmediato, aunque con mejores perspectivas. "Las previsiones son buenas teniendo en cuenta cómo ha venido la Semana Santa. Además, los altísimos costes energéticos los asumiremos a partir de ahora con más facilidad porque tenemos más horas de luz, con el ahorro que eso significa, y porque también tendremos menos consumo de calefacción", ha apuntado Somoza.

La hostelería zamorana vuelve al trabajo después de la Semana Santa "con más ganas que nunca" y con la esperanza de que este 2023 sea por fin el ejercicio de la plena recuperación una vez pasados los estragos de los últimos años. La voluntad y el trabajo nunca van a faltar por parte de los profesionales de la provincia.

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