La Opinión de Zamora

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El cobro de comisiones limita el acceso a efectivo en los pueblos de Zamora

Un informe elaborado a instancias del Gobierno sugiere eliminar tasas en el medio rural para evitar más desigualdad en materia financiera

Una ciudadana realiza gestiones en un cajero de Zamora. Emilio Fraile

El cobro de comisiones por retirar dinero en un cajero automático es otra forma de exclusión financiera en la España Vaciada, donde Zamora es paradigma. Un informe elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia a instancias del Gobierno ha concluido que, si un vecino de un pueblo tiene que desplazarse a otra localidad para acceder a efectivo y además le van a cobrar por la operación, probablemente decida no hacerlo o limitarlo lo máximo posible. Esto, a efectos prácticos, supone un menoscabo más en la presunta igualdad de condiciones de vida entre lo rural y lo urbano. Sin embargo, en el difícil camino del equilibrio entre los intereses públicos y los privados, eliminar dicha tasa podría desincentivar la presencia de entidades en los pequeños municipios, de manera que resultaría mucho peor el remedio que la enfermedad.

El estudio ha sido elaborado a petición de la Secretaría de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa en el marco del debate sobre cómo llevar dinero a las zonas rurales. Las opciones que hay sobre la mesa van desde la figura del cartero que da dinero hasta la instalación de cajeros automáticos de marca blanca, pasando por sistemas de retirada de efectivo en comercios. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, sin embargo, ha advertido de que estos sistemas deben evitar barreras y trabas para el libre acceso a los billetes. Principalmente, en materia de tasas de intercambio; mejor conocidas como comisiones.

La conclusión del informe es que las comisiones por acceso y retirada de efectivo pueden ser un problema para la obtención de dinero por parte de los ciudadanos de los pueblos, teniendo en cuenta que ellos no son libres de acudir a un cajero de su entidad, sino que han de conformarse con el que exista cerca de su localidad. Conviene recordar que la provincia presenta la menor ratio de población con un punto tradicional de acceso al efectivo en un radio de cinco kilómetros y que el 85% de los municipios ni tan si quiera tiene sucursal. Más aún, los habitantes del medio rural de Zamora deben recorrer una distancia media de 9,4 kilómetros hasta llegar al cajero más próximo.

Tras pagar el combustible para esos diez kilómetros, de ida y de vuelta, enfrentarse a una comisión de entre 0,5 y 3,95 euros puede suponer la puntilla a la operación. Aunque, el mismo informe, advierte que quitarla podría tener un efecto aún más pernicioso. A juicio de los profesionales, la eliminación de tasas podría desincentivar la instalación de cajeros automáticos, dado que entre los principales beneficios de colocar uno de estos aparatos está el cobro por su utilización; si se hace menos atractivo tener un cajero propio porque se eliminan las comisiones, podría ocurrir que no se pusieran más e incluso que se cerraran los que ya existen.

El entuerto podría resolverse, como siempre, de la mano de la intervención pública. Es decir, que las administraciones se hicieran cargo de esas comisiones “a través de ayudas y subvenciones”, como así sugiere el estudio elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

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