La Diputación de Zamora asegura que la Primera Edición de la Feria de Fromago ha sido “un rotundo éxito y las cifras lo avalan. Se han superado los visitantes que recoge la Semana Santa, llegando a más de 300.000 en esta ocasión”. Francisco Requejo asegura que “durante los días que ha durado, la colaboración por parte de todos los ciudadanos de la provincia ha sido total”. Valora sobre todo que “después de un periodo tan triste como el que dejó la pandemia y, posteriormente, los incendios, la Feria ha traído de nuevo la ilusión y las sonrisas a las calles de la ciudad, una alegría compartida por todos, turistas, habitantes, gente que ha vuelto a casa, comerciantes, hosteleros y hoteleros, entre otros”.

Sobre estos últimos ha señalado que “el sector de la hostelería ha manifestado su apoyo y acogida por el evento, obteniendo unos resultados que se traducen en terrazas llenas y hoteles completos”. Entre los visitantes que han pasado por Zamora en estos días, ha habido tanto nacionales, como internacionales, pisando la ciudad nativos de Inglaterra, Estados Unidos, Guatemala, Finlandia e Italia, además de los procedentes de otras Comunidades Autónomas como Galicia, Madrid o Andalucía.

Sold out en las casetas

En cuanto a las ventas de los estanes presentes en el recorrido, son muchos los que cerraron durante el sábado y “fueron de turismo por Zamora” al vender todo el género del que disponían. La misma situación se daba durante la jornada del domingo, cuando zamoranos y visitantes se apuraban durante la mañana para comprar los quesos que más les habían llamado la atención, y encontrándose con que el puesto ya no tenía un solo queso disponible o quedaban solo unos pocos.

Los puestos de miel se han encontrado en una posición similar, colocando carteles que avisaban a los clientes de que se había agotado la miel de menta. De la misma forma, los vinos y otras bebidas también han captado la atención de los compradores, comprando primero consumiciones individuales con las que probarlos, y adquiriendo la botella después.

Gente esperando para recibir una flor de queso en la clausura de la Feria. | Emilio Fraile

Las pastelerías de Benavente y Sanabria han corrido con la misma suerte, viendo largas colas ante su puesto, a la espera de conseguir un trozo de empanada o un dulce como las tartaletas o pastas, con las que finalizar con buen sabor de boca la comida del día.

Los túneles del queso han sido otro de los grandes éxitos del evento. Una actividad pensada para realizar una cata de varios quesos, ha contado con extensas esperas durante todos los días, hasta que, finalmente el domingo, primero el túnel de los productos extranjeros, en la Catedral, y después el de los locales, en Viriato, tuvieron que cerrar al ver agotado el producto.

Por otra parte, la cantidad de actividades con las que se ha contado han hecho las delicias en el entretenimiento de todos. Los aficionados a las catas de vinos y queso han mostrado su total aprobación por el buen hacer, comentando que “no tienen nada que envidiar a las de otros lugares en los que ya están afianzadas, incluyendo las de países extranjeros veteranos en ello.

Lechazo para todos

Otro de los grandes protagonistas de las jornadas ha sido el lechazo, tan propio de esta tierra, que ha reunido público nuevo y habitual de diferentes puntos geográficos. Las esperas, de incluso cuarenta y cinco minutos, no desanimaban a los comensales que aguardaban pacientemente la llegada de sus brochetas y bebidas.

Desde la Diputación están seguros de que “Fromago ha constituido un impulso para la provincia, las queserías y otros sectores ligados que, en definitiva, era lo que se buscaba durante el planteamiento”. Por ello, aunque se muestran cautos a la hora de hablar de una segunda edición, si afirman que “se ha generado orgullo zamorano y la gente pide que se vuelva a hacer”. Por el momento, confían en sentar las bases y seguir creciendo, con la vista puesta en 2024.