La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Antonio Fernández | Director de Geografía en la UNED
Antonio Fernández Fernández Director del Departamento de Geografía en la UNED

“El fuego quita el paisaje y borra los recuerdos de sus gentes”

“La provincia puede ser pionera en la obtención de energías renovables, considerando que lleva un siglo trabajando en ello”

Antonio Fernández Fernández, director del Departamento de Geografía de la UNED. | Emilio Fraile

Ha dado comienzo el curso de verano de la UNED Zamora ‘Paisaje y Geografía: claves y análisis e interpretación territorial’. Durante sus jornadas, los alumnos abordarán cuestiones sobre elementos naturales y humanos que ocupan el territorio de Zamora, la relación entre la geografía y los sectores económicos o las peculiaridades territoriales que hacen única a la provincia. Antonio Fernández Fernández, director del Departamento de Geografía de la UNED, será uno de los ponentes.

–En primer lugar, ¿cómo surge la idea de realizar este curso en Zamora?

–Siempre he estado muy vinculado con el Centro de Zamora y el Centro de Inmigración, siempre ha sido una tierra que me ha evocado y atraído mucho. La razón principal de traerlo a Zamora se basa en que la provincia es uno de esos pocos lugares en los que pueden encontrarse paisajes prístinos, muy sostenibles y atractivos para nuestra disciplina.

–Siempre insiste en destacar la diferencia entre los conceptos paisaje y territorio y lo que ambos conllevan, ¿qué es el paisaje? ¿En qué se diferencia del territorio?

–El paisaje es el resultado del medio natural y la interacción cultural que el hombre ha hecho sobre ese medio natural. Para entenderlo fácilmente, cuando nosotros vemos un cuadro no nos fijamos en el soporte, lo que vemos es una expresión, un arte, por lo que el soporte del cuadro es lo que para nosotros es el sistema natural, el artista es la cultura y la sociedad y el resultado es el paisaje, que es lo que nosotros vemos en un cuadro. El territorio sería la infraestructura sobre la cual la sociedad esculpe y crea un paisaje.

–¿Cómo surge esta conexión entre geografía y paisaje?

–Desde los inicios de la ciencia geográfica se tenía por objeto de estudio la interacción del hombre con el medio físico. La geografía nació siendo una ciencia del paisaje.

En su libro “Ordenación del territorio: análisis y diagnóstico” afirma que “en cada territorio su conformación natural e histórica crea circunstancias que lo singularizan”. ¿Cuál cree que son las singularidades de la provincia?

–En Zamora sería la penillanura, ese ambiente rocoso, áspero, duro, con suelos muy paupérrimos, difíciles, donde solamente cabe la posibilidad de un uso extensivo del suelo a través de la ganadería, salpicado por áreas de valles, pequeñas fosas, terrenos agrarios y agrícolas que permite tener una agricultura que el resto de la penillanura niega y eso da un complemento que sin duda alguna ha tenido que forjar generaciones. Es decir, luchar contra el granito formatea la sociedad.

Las terrazas del Duero dan origen a las excelentes industrias vinícolas de la provincia, reconocidas internacionalmente por su calidad.

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–¿Cuál cree que son los elementos naturales y geográficos que caracterizan a Zamora?

–Sin duda alguna la Sierra de la Culebra, los restos glaciares que tienen un gran valor y significado paleoambiental que nos sirve para estudiar las condiciones de hace 18.000 a 20.000 año, y qué decir de todo el proceso de encajamiento del río Duero que ha dejado como testigos una serie de terrazas fluviales que hoy sirven para hacer ese estupendo caldo de Toro y que, por lo tanto, también sirve para saber como evolucionó el conjunto peninsular, ya no solamente de Zamora. Los arribes es otro elemento morfológico y geográfico importantísimo que sirvieron de separación, a lo largo de la historia, de Portugal, pero también de unión actualmente, y que han sido una fuente de energía primaria desde principios del siglo XX.

–¿Qué diferencias geográficas aprecia entre las zonas rurales de la provincia y la ciudad?

–Varían los emplazamientos. Por ejemplo, Puebla de Sanabria está en un lugar muy diferente a Zamora ciudad, y desde luego, demográficamente existe una gran diferencia. La capital tiene una demografía que en el conjunto peninsular forma parte de la España vaciada, pero que nada tiene que ver con la demografía abandonada casi, no existente, de los pueblos de Zamora.

–¿Qué relación aprecia entre los sectores económicos de Zamora, su geografía y paisaje?

–Los productos primarios, la agroindustria, que ha generado Zamora en torno a sus productos como el queso, el vino, etc., están muy relacionados con su medio natural y con lo que esta tierra ofrece. La ganadería extensiva de la penilla es la que da origen a toda la industria quesera de la provincia, las terrazas del Duero dan lugar a toda una industria vinícola conocida internacionalmente por su calidad.

El incendio de la Sierra de la Culebra no afecta solo a Zamora, sino a toda España y suroccidente.

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–Mencionaba antes la Sierra de la Culebra, ¿cómo afecta geográficamente a una provincia como Zamora el incendio que hemos tenido?

–Diría que no afecta solamente a Zamora, sino a toda España y al suroccidente. Cuando se pierde ese patrimonio biológico, forestal, cuando eso da lugar a una erosión, todavía impredecible, del suelo, la desaparición de fauna, etc., todos hemos perdido. Los zamoranos, lógicamente, por ser los que viven aquí, pero toda España ha perdido.

–¿Cree posible recuperar todo el patrimonio natural perdido durante el incendio? ¿Cuál sería la mejor forma de hacerlo?

–Si, sin duda, ecológicamente no cabe duda que se recuperará, saldrá un ecosistema de sustitución y la fauna volverá, pero este momento de transición es difícil y terrible. El fuego quita un paisaje y la gente que había vivido viendo en ese pinar, esa morfología de sierra con esa cobertera vegetal, de repente, al día siguiente les han borrado el paisaje, es como si te borraran los recuerdos de la niñez. Es algo muy doloroso por lo que están pasando los zamoranos, algo que han perdido ellos, pero que, ambientalmente hemos perdido todos.

–¿Cómo puede enfocarse un aspecto como la sostenibilidad en cuanto al paisaje desde la interpretación territorial y la geografía?

–La sostenibilidad como concepto es, única y exclusivamente, hacer uso de lo que tenemos en el presente, que hemos recibido como un patrimonio, como una herencia, y dejarlo para las generaciones futuras. Aplicado al paisaje, pasa por utilizar y disfrutar del paisaje sin comprometer sus características y permitir que las generaciones futuras disfruten de ello. Hay que pensar en fórmulas como el turismo sostenible, que no sea agresivo con el medio, en acciones agrarias o explotaciones agroganaderas extensivas, no con el uso de grandes consumos de biocidas, por ejemplo. Es decir, hay que plantear una agricultura y ganadería que sea sostenible y, eso generalmente, da lugar a productos más caros y tiene que haber un mercado de consumo que lo acepte

–El sábado el curso se trasladará al entorno del Parque Natural del Lago de Sanabria, donde actualmente hay un crucero ambiental. ¿Cree que esta iniciativa se ajusta al turismo sostenible?

–Si, desde luego, ese es un magnífico ejemplo. Debemos tener en cuenta que desde hace más de cien años, en Zamora, se está haciendo y produciendo energía renovable a través del agua. A partir de ese punto, hay unas condiciones eólicas que son óptimas, también puede valorarse la obtención de energía de la biomasa, a partir de los restos vegetales de la limpieza de los montes, de una superficie tan forestada como hay en la provincia. Por lo que podría ser pionera en la obtención de energías renovables, considerando que ya lleva un siglo trabajando en ello.

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