La Opinión de Zamora

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Zamora se adelanta a la ley climática y promueve ya su zona de bajas emisiones

El cuadrado que forman Santa Clara, avenida de Portugal, San Pablo y plaza del Mercado será el piloto para racionalizar la circulación a motor

Vehículos en la calle de San Miguel, una de las incluidas en la zona de bajas emisiones. Jose Luis Fernández

La ciudad de Zamora se adelanta a las normativas climáticas que obligarán a las ciudades de más de 50.000 habitantes a contar con zonas de bajas emisiones en el año 2023. El particular “Zamora Central” afectará al entramado urbano situado en el interior del cuadrado que forman la calle de Santa Clara, la avenida de Portugal, la calle de San Pablo y la plaza de Mercado, con afección a arterias tan importantes como Luis Ulloa Pereira o Cortinas de San Miguel. Un ambicioso proyecto enmarcado dentro del Plan de Movilidad Urbana Sostenible cuyas obras está previsto que arranquen esta misma semana. Este será el primero de una batería de cambios que el equipo de Gobierno pretende introducir para adecuar sus normas a las nuevas realidades; unos preceptos más pendientes del cuidado del medio ambiente y menos del individualismo en la carretera.

El objetivo principal de esta intervención es el de ejecutar en toda esta zona la denominada plataforma única, que consiste en igualar la rasante de aceras y calzada para que todo el mundo comparta el mismo vial. Eso obliga al vehículo motorizado a reducir su velocidad y el fin es que, con el tiempo, también se reduzca su presencia en estas calles. La mejor expresión de este tipo de viales se encuentra no lejos de esa zona, en las calles de San Andrés y San Torcuato, donde desde hace años conviven ya todos los elementos de la vida urbana.

Plataforma ya existente en la calle de San Andrés, con señalización límite a 20 kilómetros hora. | Jose Luis Fernández

La actuación programada por el Ayuntamiento de Zamora se adelanta a los preceptos de la nueva Ley Climática y está íntimamente relacionada con la Agenda 2030. Por adelantarse, lo hace incluso a la nueva ordenanza reguladora, que en esta ocasión lleva los apellidos de “movilidad amable, utilización de los espacios públicos y bajas emisiones de la ciudad de Zamora”. Un texto elaborado por las concejalías de Protección al Ciudadano y de Hábitat Sostenible en el que se pone negro sobre blanco el objetivo de contribuir a la mejora del medio ambiente urbano, así como de la salud y seguridad de los ciudadanos gracias a “un uso más racional de los recursos naturales”. No es que Zamora sufra de una fuerte contaminación, pero el ayuntamiento quiere evitar que eso algún día llegue a pasar.

Más bicicletas, más patinetes y menos aparcamientos en el centro

La nueva ordenanza ideada por el Ayuntamiento de Zamora para acercarse a los nuevos paradigmas de la movilidad persigue la disminución del consumo energético, el fomento de los medios de transporte de menor coste social y dar facilidades a otros modos alternativos al vehículo privado. También busca adecuar sus políticas a nuevas formas de transporte como las bicicletas, los patinetes eléctricos o las motocicletas, que sufren menor protección frente al resto de vehículos. Y para conseguirlo, se prevé la creación de este tipo de zonas de bajas emisiones con el doble objetivo de alcanzar una reducción en el uso del vehículo privado y reformar el espacio público hacia una movilidad más sostenible, segura y limpia.

En lo práctico, están sobre la mesa medidas como la prohibición del estacionamiento para vehículos contaminantes, la limitación general de los estacionamientos en la calzada, una nueva tarificación de los aparcamientos o actuaciones dirigidas a reducir la velocidad de circulación. En el caso de este cuadrado del centro, la intervención supondrá de forma paulatina el traslado de 141 plazas de aparcamiento regulado que se suprimirán en este entorno para llevarlas a la zona de Santa Elena y la plaza de toros. De esta forma, pasarán a ser zona azul espacios como la calle de Condes de Alba y Aliste, la avenida de la plaza de Toros, la calle de la Guardia Civil, la calle de Santa Elena y la calle de la Amargura en su tramo más próximo al coso. Desde el equipo de Gobierno han apuntado que se ha decidido colocar aquí las plazas de aparcamiento regulado “por el hecho de que es una zona donde se asientan numerosas dotaciones no residenciales y edificios de servicios públicos” más que viviendas para la población.

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