El Ayuntamiento de Zamora ha decidido investigar el suceso ocurrido este pasado domingo en los campos de fútbol de Valorio, en el que unas ochenta personas saltaron las vallas del perímetro para jugar una pachanga. No es la primera vez que ocurre algo similar en plena era de las restricciones, pero sí ha sido la más grave. Por eso, las autoridades han optado por acudir a las cámaras de videovigilancia para tratar de identificar a los responsables, teniendo en cuenta que los infractores salieron en estampida una vez que vieron llegar a los coches patrulla.

El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Zamora, Manuel Alesander Alonso, ha sido el encargado de explicar lo ocurrido. De hecho, fue él quien informó sobre el suceso el mismo domingo a través de sus redes sociales con un comentario que ha levantado ampollas entre los usuarios. “Lo primero que hay que decir es que la Junta de Castilla y León es quien dicta las normas, no es el Ayuntamiento; nosotros, simplemente, las hacemos cumplir”, aclara en declaraciones a este diario. De hecho, una de las interpretaciones más repetidas en las redes es que el suceso se produjo por la falta de espacios para la práctica del fútbol, al estar casi todos los de la ciudad cerrados. “Si la comunidad autónoma nos dice que solo se permite jugar al fútbol federado, nosotros tenemos que acatar esa normativa”, comenta el edil de Izquierda Unida.

Frente a esta situación, no cabe otra interpretación que la de considerar que el salto a los campos de Valorio es un incumplimiento flagrante de la normativa. Y la palabra es esa, flagrante. “Desde el inicio de la pandemia, prácticamente todos los fines de semana tenemos que gente que salta las vallas para jugar una pachanga, pero son seis, ocho o diez personas”, explica Alonso. “Lo que ocurrió el domingo es que me avisaron de que había entre setenta y ochenta personas allí, así que era necesario actuar para desalojar”, añade. “Y, cuando llegamos, la realidad es que había entre ochenta y noventa personas; la situación se había ido completamente de las manos”, indica.

Una vez vieron llegar a los coches patrulla, los infractores se dieron a la fuga y fue imposible identificar a nadie, según fuentes municipales. Por eso, desde el Ayuntamiento de Zamora recurrirán a las cámaras de videovigilancia para tratar de analizar lo sucedido y localizar a quienes cometieron esta irresponsabilidad que, además, entra en conflicto con la normativa legal vigente. “Haremos las indagaciones pertinentes y valoraremos la situación, pero el mensaje es que no podemos permitir este tipo de actuaciones que, en el contexto actual, suponen un peligro para la salud pública”, concluye el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Zamora.