La crisis económica generada por el coronavirus en Zamora se llevará por delante un 12% de las empresas orientadas al turismo que existen en la provincia. Así lo ven los propios afectados, los profesionales, que son quienes han respondido a una encuesta de la Junta de Castilla y León para explicar en qué situación se encuentran. Y el resultado es desolador. Al margen de quienes asumen que deberán bajar la trapa definitivamente a lo largo de este año, existe un alto porcentaje de negocios que afirma estar aguantando el tirón con sus propios ahorros, con el peligro que eso conlleva. Las ayudas no son suficientes y los trabajadores se llevan también una de las peores partes: ocho de cada diez propietarios aseguran que no va a poder contratar a nadie en los próximos meses.
La encuesta que muestra la peor cara del sector ha sido elaborada a instancias de la Dirección General de Turismo de la Junta de Castilla y León, encabezada por la zamorana Estrella Torrecilla. El avance de estos datos muestra que un 12% de las empresas da por hecho su propio cierre a cuenta de la crisis del COVID, un 82% reconoce estar “tirando de ahorros” para mantenerse activos, un 37% ha recurrido a créditos y un 26% ha negociado con los proveedores para poder salir adelante. Torrecilla ha señalado que el hecho de utilizar ahorros significa que “no existe una alta cantidad de endeudados”. No obstante, la línea de ayudas al sector será fundamental para reducir ese porcentaje de negocios que ya han asumido su cierre. “Tenemos que hacer todo lo posible para que sigan a flote hasta que se reactive la economía y puedan salir adelante”, ha señalado.
El futuro es incierto para las empresas y los asalariados pagarán el pato. Estrella Torrecilla ha reconocido que existe un “dato tremendo” que saldrá del documento y que indica que el 31% de los empresarios ha tenido que prescindir de trabajadores, mientras que un 84% reconoce que no podrá contratar personal en los próximos tres meses. Desde el inicio de la crisis, las empresas orientadas al sector turístico han prescindido del 16% de sus empleados, mientras que la mitad de ellas han iniciado expedientes temporales de regulación de empleo en el último año.
