Sólo un 32,3% de los profesionales del Complejo Asistencial de Zamora está de acuerdo con potenciar la atención no presencial, y un 38% las consultas sin presencia física con posibilidad de vídeo conferencia entre profesional y paciente. Es uno de los datos de la encuesta interna realizada por la Consejería de Sanidad entre su personal durante los meses de junio y julio, cuyos resultados se acaban de publicar y recogió en su edición de ayer este diario en la parte referida a la Atención Primaria. Este rechazo a sustituir la atención presencial se da en todas las provincias excepto en Ávila y Medina del Campo. Suspende también la idea de fomentar la autonomía de gestión de las unidades.

En cambio con lo que más de acuerdo están los profesionales hospitalarios es con la incorporación “de forma decidida en el día a día de las prácticas seguras básicas que evitan la transmisión de agentes biológicos, como higiene de manos, vacunación, uso adecuado de guantes o aislamientos. También concita amplio consenso el diseño de planes de contingencia en situaciones de emergencia, “con canales de comunicación y protocolos bien definidos a priori que eviten la improvisación”. Definir los estándares mínimos de calidad y seguridad que se deben garantizar en la atención a los pacientes y potenciar el trabajo en equipo entre las diferentes categorías profesionales son otras medidas que encuentran una población mayoritaria de los profesionales hospitalarios zamoranos, según esta encuesta.

Como regla general los sanitarios del hospital están más satisfechos que los de Atención Primaria. Si éstos últimos eran los más descontentos de la comunidad en Atención Primaria, el grado de satisfacción del personal hospitalario está ligeramente por encima de la media de la región, con un 73,5%, dos décimas más .

Los profesionales del hospital están muy satisfechos por el tipo de trabajo que realizan, el ambiente laboral con los compañeros, la estabilidad en el trabajo y las condiciones laborales, como la jornada, permisos y horario.

Y los aspectos en los que los profesionales muestran una menor satisfacción es en aspectos como las posibilidades de desarrollo profesional, la comunicación dentro de la organización, la gestión que se realiza cuando hay cambios, las posibilidades de investigar o el reparto de responsabilidades y cargas de trabajo.

Aspectos como la disponibilidad de herramientas TICs (tecnologías de la información y comunicación en el trabajo) o el tiempo disponible para desarrollar bien la tarea obtienen puntuaciones discretas, en tanto que la posibilidad de conciliar la vida laboral y familiar puntúa por encima del 7 y un poco más incluso se valora la dotación de equipamiento clínico y el acceso a los recursos necesarios para el diagnóstico y tratamiento.

Entre las prioridades para hacer frente a la despoblación y la falta de profesionales las mejor valoradas son medidas como el desarrollo de las alternativas de hospitalización (por ejemplo a domicilio) y la mejora de atención a los pacientes que viven en residencias. También reciben un amplio respaldo medidas como la mejora de atención en el medio rural, el uso adecuado de los servicios por parte de la población o la reorganización de la actividad ordinaria de Atención Primaria en el medio rural y urbano.

La mayoría de los profesionales del Complejo Asistencial no está de acuerdo con la vuelta a las gerencias independientes de Atención Primaria y Atención Hospitalaria. Y apenas supera el aprobado medidas como la definición de las unidades de referencia regional, el desarrollo de nuevas unidades de referencia en los hospitales solo cuando el volumen de pacientes que vayan a atender sea suficiente para garantizar la calidad de la atención o el autocuidado de la población.

MENOS CAMPAñAS Y MáS HISTORIA CLíNICA INTEGRADA

Un apartado de la encuesta hace referencia a las herramientas en las que debería trabajar la Consejería de Sanidad para facilitar el trabajo y el logro de buenos resultados. Los profesionales valoran ideas como la historia clínica integrada, con acceso a toda la información del paciente en el ámbito sanitario y social residencial, un gestor de peticiones único de pruebas diagnósticas, sistemas de alerta que indiquen el empeoramiento del paciente y formación en gestión y tecnologías de la información y comunicación. Por el contrario lo que menos apoyo recibe, además de las consultas no presenciales, son las campañas en medios y cartelería informativa sobre el uso adecuado de los recursos sanitarios, las estructuras de apoyo al desarrollo de proyectos de calidad e investigación o los cuadros de mando, indicadores que permitan monitorizar los resultados obtenidos a nivel profesional