La aparición de una bóveda de ladrillo bajo la maleza que cubría el colector de la avenida de la Feria ha obligado a intervenir al servicio de Patrimonio de la Junta de Castilla y León. Una vez más se cumple la máxima de que excavar en el Casco Histórico de la capital es una aventura. En esta ocasión, tras una pequeña cata arqueológica y la introducción de una cámara al interior de la gran tubería, el Ayuntamiento de Zamora ha tenido que poner estos trabajos en manos de la comunidad autónoma. Ahora es el turno de la investigación para dilucidar si este elemento tiene algún tipo de valor arquitectónico o si, como preveía el Consistorio, se puede eliminar. Pero, eso, será decisión de los expertos.

La actividad regresaba en las últimas jornadas al entorno de la avenida de la Feria que ha sido liberado de edificios para el realce de la muralla. El Ayuntamiento de Zamora siempre había mostrado interés en eliminar el colector situado a la altura del extinto número 31 de esta calle y que partía en dos el espacio diáfano que los derribos habían hecho aflorar. Siempre se pensó, de hecho, que se trataba de un elemento sin valor arquitectónico y que la intervención sería mínima. Cuestión de derribar, soterrar y ejecutar un proyecto de ajardinamiento. Pero esta bóveda ha hecho su aparición y ahora habrá que esperar para ver qué ocurre con ella.

Fuentes municipales han aclarado que, ahora mismo, todo el asunto está en manos del servicio de Patrimonio de la Junta de Castilla y León. El trabajo del Ayuntamiento de Zamora ha consistido en limpiar el colector de maleza y eliminar los restos de los edificios ya derribados que estaban adosados a este elemento. Como ocurre en los procedimientos habituales, se ha hecho una pequeña cata y se ha introducido una cámara para observar cómo se encuentra esta instalación en su interior. Y ha sido en este momento cuando se ha puesto el asunto en manos de la comunidad.

A día de hoy, el Ayuntamiento de Zamora se encuentra a la espera de que Patrimonio se pronuncie sobre los restos de muralla encontrados en la trasera de la Casa de las Panaderas y, con este hallazgo en el colector, ya son dos los informes que tienen que recibir en la Plaza Mayor para continuar con sus planes. La ciudad siempre guarda sorpresas bajo su propio suelo.