El Zamora CF sumó ayer un nuevo punto (0-0) que sabe a derrota y es que, además de no lograr la victoria este empate, sumado al resto de resultados de la jornada, supone que el equipo baje un puesto en la tabla y pase la semana en puestos de descenso directo, empatado, eso sí, con la promoción que ahora mismo ocupa el Sporting B tras su victoria ante el Marino de Luanco.

Bien es cierto que esta situación en la clasificación vuelve a ser circunstancial ya que la permanencia está a tan solo dos puntos y el puesto décimo primero a tres, pero lo que también es una realidad es que los rojiblancos siguen mostrando una imagen endeble en su juego y parecen negados de cara a gol, algo que debe solucionarse antes de que sea demasiado tarde ya que tan solo quedan ocho encuentros de Liga.

Ayer si un equipo mereció la victoria fue el Coruxo que en la primera mitad las tuvo de todos los colores mientras que los locales gozaron de tres buenas ocasiones para adelantarse, con Carlos de la Nava y sobre todo con Gavilán, que volvió a acariciar el gol tras una gran jugada que inició Arkaitz, controló De la Nava y cedió al sevillano pero su disparo lo detuvo el meta. Aún así, los vigueses dominaron a los zamoranos en estos primeros 45 minutos mientras que en el segundo acto las fuerzas se equilibraron algo más pero el Zamora CF, que acabó con diez tras la expulsión de Arkaitz, no tuvo ni un solo remate entre los tres palos. Para este importante partido no hubo sorpresas en el once inicial de Aguirre, que volvió a apostar por el mismo equipo que hace ocho días empataba con el Atlético Astorga, y la historia volvió a repetirse.

Las mejores imágenes del partido:

El partido tuvo un inicio atractivo para el espectador, con el Coruxo mostrando los dientes desde el pitido inicial con dos buenas oportunidades, del exrojiblanco Alberto García y Rafa Mella, que Miguel detuvo en dos tiempos. La respuesta rojiblanca no tardó en llegar con Carlos de la Nava como protagonista y es que el salmantino gozó dos ocasiones para adelantar a los rojiblancos; primero tras un pase de Gavilán y después con un buen centro de Alberto Prada.

A partir de ese momento se desencadenaron los errores en cuadro local que daban alas a los gallegos que metieron presión de forma constante y a las primeras de cambio se plantaban en área rojiblanca, aunque afortunadamente no convertían ninguna de sus llegadas. El Coruxo estaba perdonando y es que, sobre todo, Pedro Vázquez y Mateo, tuvieron buenas ocasiones ante Miguel que, afortunadamente, supo mantener la portería a cero para convertirse en el mejor del encuentro. Enfrente, el Zamora trataba de recomponerse hasta que llegó la mejor ocasión de los de Roberto Aguirre en buena jugada que inició Arkaitz, controló De la Nava en el punto de penalti y cedió a Gavilán que disparó a bocajarro pero el portero detuvo el disparo. De nuevo el partido volvía a animarse pero quienes realmente tuvieron la oportunidad de irse por delante al tiempo de descanso fueron los visitantes y es que el poste evitó un tanto de Adrián Pazó, con Miguel ya batido. El Zamora estaba sellando un empate que no valía para sus intereses, y menos aún conociendo los resultados de terceros y viendo como en la primera mitad si alguien mereció adelantarse eran los de Rafa Sáez. El sorpresivo poderío de los gallegos se vio algo mitigado en la reanudación y el partido fue más un correcalles en su reanudación. Los visitantes seguían llegando con más facilidad pero los errores de sus hombres de ataque a la hora de rematar el último pase estaban salvando a los rojiblancos del más absoluto desastre. Viendo que era necesario dar más empaque al centro del campo comentó el carrusel de cambios en el banquillo local que llevó a una nueva reestructuración del equipo, con Rodri y Cristian como centrocampistas, Prada de central, Coque en el lateral y Aarón en banda.

Con los cambios el equipo pareció algo más entero pero todo terminó de romperse a falta de diez minutos cuando Arkaitz vio la roja directa tras una falta con la que cortó una contra más que peligrosa de los rivales. El tiempo corría y los rojiblancos seguían sin disparar entre los tres palos y así iba a continuar puesto que se llegó al pitido final sin ver una remate a portería de los zamoranos en el segundo tiempo, mientras que el Coruxo, que sí tuvo sus opciones, no estuvo, afortunadamente, fino, ni en jugada, ni a balón parado. Murió así un partido en el que el Zamora CF no dio la peor imagen de la temporada, ni mucho menos, pero tampoco apareció su mejor versión en un duelo en el que había demasiado en juego y es que la situación es cada vez más complicada. Ahora habrá que esperar una semana más y confiar en los puntos ante otro rival directo, el Tropezón.