El entrenador del Langreo, José Antonio Redondo, fue sincero tras el encuentro y aseguró que "jugamos por impulsos y hoy (por ayer) no nos salía nada, quizá por la ansiedad. Era un partido muy importante para los dos y si hubiésemos ganado hubiese sido un paso importante, pero no pudo ser". El técnico de los asturianos confesó el mérito del Zamora y dejó claro que "ellos llevaron el juego. Nosotros sin balón no presionábamos y con balón se lo dábamos", explicó Redondo quien subrayó que este duelo les servirá para corregir aspectos y "hay que felicitar al contrario".

No fue, por tanto, el encuentro esperado por este entrenador ya que "buscábamos tener el balón pero no tuvimos el día. Esa ansia nos hacía estar muy precipitados. Me sorprendió porque el equipo ha estado muy fallón y hay que seguir peleando". "Nos quedan once finales y aquí nadie regala nada. Hay que competir, estar intensos y hacer las cosas bien porque se aprieta mucho la zona baja. Parecía que estábamos en zona templada pero ya no lo es" y es que llegaron en el puesto décimo de la tabla y bajaron un escalón y tienen el puesto de promoción a tan solo cuatro puntos.

Por lo que respecta a su rival, el Zamora CF, aseguró que "sabía que es un equipo que compite y su necesidad era muy grande. Sabíamos que iba a ser un partido disputado e intenso en el que teníamos que hacer las cosas bien pero el rival lo hizo mejor y sus futbolistas no nos dejaron jugar".

La próxima semana, el equipo asturiano recibirá a otro rival en la lucha por la permanencia como es el Tropezón que lucha por salir de la zona baja de la clasificación, donde se encuentra en la actualidad.